La odisea de los giles (Borensztein, 2019)
La previa
La Argentina vive momentos de crisis social y económica mientras traza su futuro político en las elecciones eligiendo más ajuste o un modelo de país inclusivo, sube el dólar sin parar y en forma proporcional bajan los salarios, es por eso que las comedias vienen bien para distraernos pero ¡ojo!, si tienen sabor a 2001 tal vez chocan un poquito.
La historia
Se trata de la adaptación de una novela de Eduardo Sacheri, La noche de la usina, es el caso de una cooperativa que logra recaudar el efectivo para reabrir una fábrica acopiadora de granos, un silo, y cuando llega a la meta del dinero en dólares para hacer la operación, éste le queda capturado en el corralito implantado por Cavallo en el 2001. Tras esta situación los cooperativistas realizan un plan para recuperar sus ahorros.
El relato
Los actores son casi todos grandes figuras y logran que hasta los pequeños detalles estén desarrollados y tengan sentido. Ricardo Darín, Verónica Llinás y el chino Darín interpretan a una de las familias impulsoras del proyecto, Luis Brandoni es el anarquista amargado un tanto acartonado pero divertido, Aráoz como la contrafigura de Brandoni, con buen humor y siempre dispuesto a todo. Belloso siempre destaca por los papeles muy extremos y esta no es la excepción.
Las locaciones están muy bien logradas en un pueblito del interior. De la mano de un ex jugador de fútbol local (tópico recurrente en las historias de Sacheri) un grupo de conocidos se lanzan a la aventura cooperativista luchando contra el mal encarnado en Manzi, un empresario local que opera en relación con el banco, interpretado por Andrés Parra conocido por su rol como Pablo Escobar en la serie que lo lanzó a la fama.
El transcurso de los acontecimientos logra buenos puntos de tensión pero toda la acción es dentro de lo esperado, la historia entre madre e hijo es pequeña pero muy sentida, llevada adelante por la dueña de una empresa de transportes (Rita Cortese) y Hernán (Marco Antonio Capodi)
La poética de Sacheri invita a las referencias al lunfardo, describiendo desde los créditos iniciales lo que significa ser un gil. El fútbol como protagonista en la piel de Perlassi (Ricardo Darín) como goleador de antaño en el equipo local, proporciona la fe necesaria para emprender la epopeya de la cooperativa.
La veo o no la veo
Es lindo ir a ver cine nacional y en clave de comedia siempre garpa.
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