La previa
Se han escuchado desde adolescentes hasta gente mayor, y todos aquellos que generalmente no van al cine ni les interesa demasiado, hablar maravillas del film o de la actuación de Joaquín Phoenix, hasta recomendando su visionado como una pieza imperdible. Incluso, muchos que nunca van al cine han comentado haber sentido necesidad de no perdérsela, algo insólito en tiempos donde la tendencia es cada vez mayor hacia los productos de la pantalla chica y el streaming.
En EEUU para el estreno hubo medidas de seguridad para que ningún asistente al cine lleve máscaras e inicie una masacre.
Aquí nuestra reseña de la película más promocionada, inflada y comentada del año, que ganó el León de Oro a Mejor Película en el Festival de Cine de Venecia.
La historia
Una serie de sucesos desmoronan la ya difícil vida de Arthur Fleck, quien termina convirtiéndose en un criminal. Una historia trágica y realista sobre el origen del Guasón.
El relato
¿Quién le da un arma a un loco?
El relato cuenta cómo una persona en estado psiquiátrico sin tratamiento puede convertirse en un asesino. Arthur Fleck es una víctima antes de convertirse en el victimario que aterroriza a Gotham. En los orígenes, el Guasón es un enfermo mental, que padece alucinaciones y un trastorno de risa nerviosa, que le dificulta la respiración y muchas veces provoca el desquite de quien se siente aludido por una carcajada inapropiada. Además trabaja de payaso, un oficio que le da poco dinero y ningún tipo de seguridad ante la exposición.
Es el típico payaso que esconde tras su máscara feliz la más profunda infelicidad. En el relato, esa figura se convierte en el símbolo de un movimiento anti establishment luego de que Arthur asesina a dos representantes de ese sector. Es la primera vez que tiene un reconocimiento de esa sociedad que hasta entonces sólo lo expulsaba, y por este motivo él abraza ese personaje.
Detrás del vidrio empañado
Frente al conformismo cristalizado de films de héroes y villanos de ficción deshumanizados, esta película parece inevitable. Todd Phillips se apropia de un personaje de ficción como si lo hubiera descubierto. Predomina en el film una mirada neorrealista, en el contar la vida dura y cruel, en la crónica dramática de la contemporaneidad. Ofrece un relato que parece documento y a la vez poesía.
Arthur es constantemente maltratado, sufre en carne propia la insensibilidad social que castiga al “diferente” cuando está débil, además padece el descuido del estado que le recorta el tratamiento psiquiátrico, dejándolo absolutamente expuesto ante su enfermedad.
Las calles de la ciudad de Gotham están llenas de basura, apesta de bolsas apiladas sin que nadie recoja, se ve la humedad del piso y las paredes que dan idea de lo pringoso y sucio, el transporte público sobrecargado de grafittis. Hay un clima de violencia constante.
A lo largo de todo el film prevalece el tono sepia, amorronado, acompaña la turbia vida del personaje y el entorno.
El relato nos mete dentro de la cabeza de Arthur y no siempre somos conscientes de lo que es real y lo que es su imaginación. Esto es finalmente revelado, pero no todas las veces de modo inmediato. La mente perturbada del personaje se narra a partir de una serie de recursos. Uno de ellos es la utilización de los espejos, Arthur se mira todo el tiempo, en estos lo vemos forzar la sonrisa (intenta encajar) o escribir una frase con maquillaje, por citar algunos ejemplos. Otro recurso es la libreta de chistes, con las frases y el trazo alienado de su escritura. Mira un programa televisivo conducido por un comediante (Robert De Niro) con quien sueña le apadrine su carrera de comediante al comienzo del film, y es ahí mismo donde finalmente se consagra, pero como el payaso asesino. Otro recurso son las cartas escritas por su madre a Thomas Wayne, a partir de las cuales Arthur Fleck emprende la búsqueda de su origen.
Guasón del método
Hay una estrategia en castear para este personaje a actores del método, para meterse en la psicología de un personaje muy popular y con muchas facetas. Las dos actuaciones anteriores también tuvo un trabajo en esa línea, Heath Ledger y Jared Leto. Estos mostraban su lado gangster, agente del caos. El Guasón de Joaquín Phoenix se destaca por representar al personaje en su estado más vulnerable, sus comienzos.
Sin dudas el actor realiza una labor excepcional, lo deja todo para representar a un Arthur que pendula entre la fragilidad y la sangre fría. El trabajo que realiza desde lo corporal es un elemento predominante del relato, desde ahí busca expresar las emociones del personaje. La presencia del cuerpo macilento le aporta realismo pero también cierta monstruosidad al personaje, los movimientos tipo muñeco de aire de gomería los vemos cuando Arthur se siente liberado, el estirarse hacia atrás y con un cigarrillo en la boca cuando está cómodo en determinada situación.
De todos modos, resulta excesivo que los actores del método suban y bajen de peso a extremos.
La veo o no la veo
Si te gusta el personaje, la tenes que ver, pero si esperas una película de superhéroes tradicional no es para vos.
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