Yo tuve la mejor flor
La previa
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Con esta película vamos a corrernos un poco de la premisa que habíamos
pensado para el blog. Vamos a reseñar una película que no se exhibió en salas
en Argentina, ni de manera comercial ni en ningún festival o muestra. Tenemos
una buena escusa, y además esto es un blog que joder, tampoco es que haya que
ser tan dogmático.
Venimos esperando el estreno de esta película desde principio de año,
en parte porque hemos disfrutado enormemente otras películas de su director y
también por el cautivante tráiler que pudimos ver cuando la película se estreno
en el Festival de Cannes. Pero la espera fue en vano. No sabemos bien porque,
pero la película no fue adquirida por ningún distribuidor local. Raro ya que las tres últimas películas de Zhang
Yimou, Héroe, La casa de las dagas voladoras y La maldición de
la Flor Dorada tuvieron estreno (y un relativo éxito) en Argentina. Podemos
agregar que la película tiene como uno de sus protagonistas a una reconocida
estrella hollywoodense, Christian Bale (Batman sin ir más lejos), pero ni
siquiera esto pareció convencer a los distribuidores locales de la rentabilidad
de la película. La película no tiene estreno programado en Argentina para todo
2012. No hay que descartar que en algún momento se termine estrenando, en el
mercado local suelen estrenarse películas con 2 o 3 años de antigüedad
siguiendo siempre incomprensibles razonamientos comerciales, pero de momento ni
noticias.
Cuando la película apareció en Cuevana decidimos verla para sacarnos
las ganas. Solo se encontraba en una versión de baja resolución, le dimos play
refunfuñando y al segundo todo dejo de importar, nos olvidamos de la
precariedad de la reproducción como si nada y vimos la película dos veces, una
atrás de la otra.
Por supuesto que no pudimos apreciarla como corresponde, en
cinemascope y llorando como descosidos, sin inhibiciones, protegidos por la
oscuridad de una sala cinematográfica. Pero pudimos apreciar un poco de su
despliegue incesante de belleza y decidimos aportar lo poco o mucho que podamos
para difundirla. Yu Mo, Shu y el resto de las chicas se lo merecen ampliamente.
La historia
La historia se desarrolla en el contexto de la invasión japonesa a
China que sucedió sobre el final de los años 30 y derivo en una ocupación de
gran parte del territorio continental chino que se prolongo hasta el final de
la segunda guerra mundial.
La acción transcurre durante la retirada del ejército chino luego de
la cruenta batalla de Nanjing. En la iglesia del pueblo que ha quedado
abandonada coinciden, un soldado chino, un norteamericano, un joven chino
malherido, una camada de estudiantes adolescentes y un grupo de prostitutas que
debieron abandonar el burdel local.
En medio de la muerte, la crueldad y la destrucción este extraño grupo
de gente reunido por el destino, deberán encontrar la manera de sobrevivir y rencontrarse
con la humanidad que la guerra les ha
arrebatado violentamente.
El relato
El cine chino esta siendo atravesado por una ola de revisionismo,
centrado en la época de la ocupación japonesa. Desde el Wuxia (cine de artes
marciales) hasta los melodramas, pasando por el cine bélico obviamente recurren
a este periodo histórico para remarcar la resistencia del pueblo chino y su
anónimo heroísmo durante aquellos oscuros años. Y es en este aspecto (llamémosle
revisionismo patriótico) donde se encuentra el punto menos destacable de la
película. Si bien la terrible crueldad de la ocupación japonesa, que no tiene
nada que envidiarle al accionar nazi en Europa, es sabida y esta ampliamente
documentada, los personajes japoneses de la película están demonizados en
extremo careciendo del más mínimo rasgo humano, monstruosas maquinas de violar
y matar. El único personaje japonés con algún rasgo de honorabilidad es el
Coronel Hasegawa, aunque incluso él termina cediendo a la abominable maldad de
sus superiores.
La puesta en escena de la película es tan bella que por momentos
enceguece, un ejercicio de estetizacion descomunal. La guerra se presenta con
el universo de lo pestilente, lo embarrado, lo devastado de los camiones y
soldados que al pasar van dejando un
tendal de cadáveres. En contraposición los planos de los sobrevivientes
construyendo su día a día en medio de la nada se llenan de color y de pequeños
detalles. Desde un inmenso vitreaux circular del frente de la iglesia, las
estudiantes ven llegar al grupo de prostitutas del burdel que buscan refugio,
son hermosas y encandilan con sus colores, peinados y vestidos. Las estudiantes
en cambio llevan colores opacos el cabello corto y nada de maquillaje,
generando el primero de los muchos contrastes que trabajará la película en
todas sus facetas, desde lo narrativo hasta la composición de los encuadres.
El grupo de las prostitutas tiene una líder que se destaca, Yu Mo (Ni Ni). Si entendemos el concepto de “diva”
como el de una persona con características de divinidad, alguien que parece
elevarse por sobre los demás humanos, entonces Diva es el único calificativo
para definir a la actriz Ni Ni durante su interpretación de la prostituta Yu
Mo. Es tan hermosa que duelen los ojos después de verla pasar, su forma de
desplazarse solamente da cuenta de un ser extraterrenal que por algún extraño
acontecimiento ha decidido bajar y pisar
la tierra. Les puede parecer una exageración, pero la verdad que se queda
corto. Yu Mo esta rodeada de otras mujeres también hermosas (las demás
prostitutas) pero hay algo que la diferencia, que la hace única. La manera en
que electrifica la pantalla en su primera aparición atinamos únicamente a
compararla con la legendaria entrada en escena de Rita Haytworth en Gilda.
Contrariamente a lo que puede preverse por el poster e incluso el tráiler, la película no recurre
al remanido tópico del extranjero
heroico o bien el del hombre de fe que obra como salvador. Por el contrario
subvierte las convenciones de la fe y la religiosidad presentando la iglesia
como un lugar vacío y carente de poder que terminara albergando la valentía y
el conmovedor humanismo de un grupo de personas que no tendrían ninguna cabida
allí, como es el caso de las prostitutas. Siguiendo esa línea encontramos al
norteamericano John Miller (Christian Bale)
personaje muy logrado en cuanto a su arco de transformación. El film
plantea un juego de sustitución en el cual este personaje, alcohólico y
egoísta, pasará por el cura de la iglesia y a partir de ahí se podrán
establecer algunos pactos con el invasor y un plan de fuga durante el cual John
se reconciliara con su pasado.
El trabajo de cámara y las coreografías de acción son de una
espectacularidad impactante. Por solo mencionar una de las magnificas
secuencias podríamos referirnos al extenso plano secuencia que recorre el
derruido burdel mientras dos prostitutas son perseguidas por soldados japoneses
para termina tiroteos y explosiones mediante, debajo del agua con un plano
acuático.
Dos personajes arquetípicos representan diferentes aspectos del pueblo
chino durante la ocupación. El soldado Tong Dawei representa el
emblema de la valentía y la resistencia inclaudicable, mientras que el padre de
Shu, un colaboracionista que hace un pacto con los japoneses para tratar de
salvar a su hija demuestra los
incontables matices que puede tener el heroísmo en el marco de situaciones
extremas y lo injusto de los prejuzgamientos y las polarizaciones.
Como mencionábamos al comienzo de la reseña, el mecanismo de
sustitución esta presente durante toda
la película, sustituciones que llegan luego del entendimiento y la aceptación
como sucede en la relación entre las prostitutas y las estudiantes, dando lugar
al heroísmo y el sacrificio.
Este maravilloso film propone un recorrido por las miserias humanas
que afloran en situaciones límites, así como también por la solidaridad entre
mujeres y hombres que surge en una situación de vida o muerte. Los chinos con
su cultura milenaria y su clasicismo cinematográfico logran un experiencia
estética maravillosa y aportan una
mirada diferente a los trillados tópicos
del melodrama bélico para demostrar a través de pequeños lazos y pequeños
gestos, el enorme valor de la vida.
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