El triunfo de la
voluntad
La previa
Me resistía a ver esta película, pero los comentarios, las críticas y la
aberración misma que representa hizo que fuera a verla. Me dirigí entonces al
Village Caballito y obtuve la promo 2x1 de Banco Santander, una sola entrada
cuesta 48 pesos y dos 44 por lo cual saqué dos y aunque quise regalar la que me
sobraba, nadie aceptó. Subí las
interminables escaleras mecánicas y ya estaban proyectando los trailers, dado
que llegué sobre la hora, Un buen
día para morir (Moore, 2013) con Bruce en y para toda la familia. El vuelo (Zemekics,2012) un melodrama de aterrizaje forzoso, los
negocios de las aseguradoras de trabajo y los artilugios legales a los que es
necesario recurrir, con un Denzel Washington un tanto colocado. Y finalmente un
tráiler de cine argentino Mala,
(Caetano 2013) la nueva de Adrian Caetano con tiroteo y asesinatos, planteando
una nueva búsqueda del autor. Se apagan las luces y empieza la función.
La
historia
La película cuenta acerca de la supuesta caza de Osama Bin Laden a cargo de
una investigadora de la CIA que organizará el plan de captura y ejecución del
mismo, sin dejarse perturbar por nada, hasta cumplir el objetivo.
El
relato
En la apertura el film trabaja con la pantalla en negro y poco a poca a
través del audio y los subtítulos sabemos que se trata del atentado a las
torres gemelas del 11 de septiembre de 2001. Y es así que a partir de la muerte
de 3000 inocentes se justifican las acciones que emprenderá la CIA para atrapar
a Osama Bin Laden.
La investigación será llevada adelante por una dura agente, Maya, encarnada por Jessica Chastain, que se
presenta como inmutable frente a todo, no desarrolla un arco de transformación
sino más bien una tozudez que de principio a fin será el móvil por el que ella
llega a su meta. Su compañero Dan (Jason Clarke) desarrolla un recorrido mínimo y ambiguo. Parece
estar abrumado por Maya y cuando parece que se va a desarrollar una competencia
entre ellos, él vuelve a las oficinas de la CIA en New York. El tercer personaje
en juego es el prisionero Ammar, encarnado por Reda Katev. Los demás personajes
son periféricos, van y vienen en relación a Maya que tras la ida de Dan pasa al
frente de la operación.
Las sórdidas locaciones retratando las prisiones que establecen los yanquis
en los países que invaden, dan escalofríos, logran que se tenga presente Irak,
Guantánamo y sus centros operaciones siniestros lamentablemente existentes en
muchos lugares del mundo. El otro aspecto de las locaciones es el exotismo bien
recalcado de parte de la mirada extranjera sobre un país árabe, xenofobia y
racismo es poco decir.
Ahora en cuanto a la temática, lo absolutamente llamativo de esta película
es que dé tanta importancia a los informes de los soldados presos en Irak, Irán
y Pakistán, sobre los que se estructura
la búsqueda de Osama Bin Laden, y se pase por alto como algo totalmente normal
el ingreso de tropas a un país soberano (incluso pasando por otros países
soberanos sin permiso alguno) se ejecute
a una persona y se la tire al mar. Es tan osada que se ha comparado a Bigelow
con Leni Rienfestahl[1],
con la diferencia de que Rienfestahl realizó El triunfo de la voluntad en 1935 al inicio de lo que sería, el
régimen nazi y en cambio Bigelow en pleno apogeo del imperio, se manda este panfleto para votar a Obama y
justificar la invasión a países soberanos con el fin de obtener por último, lo
que necesiten.
La manera en que Maya se presenta ante sus jefes de la CIA con el
plan a seguir “yo soy la hija de perra que encontró esta pista” es muy
desagradable. Tanto como se trata a sí misma la protagonista, lo machista y lo
imperturbable que se muestra, es una máquina de matar que hará todo lo
necesario para vengar a las víctimas inocentes del 11-S y no se cuestiona nada
más.
La película anterior del Bigelow, Vivir
al límite ganadora del Oscar en el 2008 es una película mucho más interesante desde lo
formal e incluso lo ideológico, mostrando una sociedad que ha convertido a
muchos de sus ciudadanos en “adictos a la guerra”. Además en su momento que
ganara por primera vez una mujer el Oscar a mejor directora y mejor película fue
una marca interesante en el mundo del espectáculo, que Bigelow se está
encargando de ensombrecer.
Previamente a La noche más oscura
hubo un proyecto frustrado o pospuesto, no se sabe bien, que consistía en filmar una historia en la
triple frontera entre Brasil Argentina y Paraguay. La película no obtuvo el permiso para ser
filmada en el escenario propiamente dicho, pero en apariencia la buena de
Kathryn la filmará en cualquier otro lado. Sudamérica es maso menos toda igual,
con un par de palmeras y unos morochos te la filman en Filipinas de ser
necesario.
Lo cierto es que esta película es un despliegue asqueroso del dispositivo
ideológico yanqui y su claridad y justificación para hacer y deshacer en
cualquier lugar del mundo sus misiones sin pedir permiso ni pactar con nadie.
Por otra parte siguiendo a José Pablo Feinman, en ningún caso se sabe si
Osama Bin Laden fue capturado, no hay ninguna prueba de este hecho y en el
mismo film no vemos su cara en ningún momento. Será entonces un procedimiento
necesario para desterrar un fantasma que los perturba y forzar así la idea de la dicotomía nosotros o
ellos.
Es una lástima de parte de Bigelow, esta cronista piensa que su obra que
contiene verdaderas joyas como Cuando cae
la oscuridad (1987) o Punto Limite
(1991) se vea para siempre asociada a esta nefasta película.
Para terminar quisiera recalcar lo llamativa, y desagradable, que me resulta la
elección de un rol protagónico femenino, que es poco más que una bestia en lo que ha derechos humanos se refiere y ni
mencionemos el sesgo machista recalcitrante con el que se maneja, no
precisamente en sentido crítico.
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