jueves, 30 de enero de 2020

Carrera a los Oscar

Ford vs Ferrari (James Mangold, 2019)



Una de las nominadas a Mejor Película en los premios Oscar 2020, esta biopic cuenta la historia sobre cómo la empresa norteamericana Ford construye un auto que le gana al invencible Ferrari en la carrera de 24 hs de Le Mans Francia en el año 1966.


Protagonizada por Matt Damon como Carroll Shelby, diseñador automotriz norteamericano y ex corredor y Christian Bale interpretando al mecánico de autos y corredor británico Ken Miles. Shelby contrata a Ken Miles para que construya el auto de carreras ganador, mientras lucha por convencer a los dueños de Ford de que su elegido es el único que puede construirlo y además conducirlo. 

Shelby es un incansable, un visionario que sabe a dónde mirar, que va a fondo y contra todo. Durante todo el relato vemos cómo batalla para convencer a los ejecutivos de dejar que Miles siga en el proyecto. Apela a encierros en oficinas para asegurarse una conversación privada, busca convencer arriba de un auto a cientos de km por hora, da varios discursos épicos y también puros manotazos para sortear las maniobras sin poder bajar la guardia, incluso durante las carreras donde todo puede cambiar con hacer sonar un teléfono. 


Ken Miles es un artista en lo suyo, un genio y además un corredor que lo deja todo al volante, pero esa excentricidad no cuaja con la esquemática visión de la empresa. Ganar el Le Mans significa para él un desafío profesional y una superación personal, mientras que para Henry Ford II (Tracy Letts) y su vicepresidente significa, no sólo convertirse en el único fabricante norteamericano en ganar la famosa carrera, sino también la derrota y humillación de Enzo Ferrari (Remo Girone), quien había desistido de un contrato con ellos para venderse a Fiat. 



Bale da una magnífica actuación, construye el personaje tal como nos tiene acostumbrados este actor del método, emulando hasta el bronceado de la piel.


Las carreras están maravillosamente narradas y valen por todo el relato. La primera es Daytona, en ella se juegan las primeras decisiones vinculadas a lograr que el auto sea más liviano y por lo tanto veloz, pero no demasiado como para prenderse fuego inhabilitando los frenos. Mientras vemos que los coches vuelan por los aires, nuestro protagonista debe probar los límites de la máquina acelerando hasta la velocidad pautada. La carrera final, el Le Mans de unas desquiciadas 24 horas, tiene muchísima emoción, ya desde la noche anterior cuando los personajes recorren la pista y charlan sobre un pronóstico de lluvias anunciado para el día siguiente. El montaje y la elección de planos que van dentro del auto, afuera, desde el lugar del público, en los boxes, mete al espectador de lleno en la carrera y lo mantiene en vilo hasta el final.

En cuanto a las chances a mejor película, viene arrasando los premios 1917 (Mendes, 2019) por su cualidad técnica y su mirada a una parte de la historia no tan visitada por la cinematografía como lo es la Primera Guerra Mundial. Por otro lado, el cine dentro del cine también atrae corazones de la Academia, hablamos de Érase una vez en Hollywood...(Tarantino, 2019) pero no más que la nostalgia por los formatos clásicos como pudo verse con la premiación a Green Book (Farrely, 2018) el año pasado, en este sentido entrarían El Irlandés (Scorsese, 2019) y Ford vs Ferrari respondiendo a esa narrativa, veremos si un guión que reivindica la figura de un artista del deporte poco reconocido logra posicionarse y ganar la carrera.




La veo o no la veo
Si te gustan las películas de deportes, si te gustan las carreras de autos, o simplemente si conducís un auto, también si te gustan las películas clásicas te puede llegar a gustar.