lunes, 28 de enero de 2019

Arañas para toda la familia

Spiderman un nuevo universo (Persichetti-Ramsey, 2018)



¡Hooolaaaa! , Miles Morales.



La previa


De vacaciones en Mar del Plata, día de lluvia, excusa ideal para ir al cine, pero claro, esta vez en familia, allí fuimos con marido y mellizos a ver Spiderman un nuevo universo, la versión hablada en español. La sala estaba llena, cola para ingresar, un poco desbordados los empleados del cine en su multifunción de vender entradas, servir café, acomodar a los espectadores hacían malabares para controlar al gentío. Justo a tiempo, con los trailers ya en marcha conseguimos las últimas dos butacas para niños que elevan el asiento. A diferencia de los cines de la Capital, aquí se proyectaron más trailers que propagandas, algo que uno podría considerar lógico en un cine pero se ha convertido en una rareza. Pudimos ver los de Glass, final de la trilogía de héroes y villanos revisitados de M. Night Shyamalan que vuelve a reunir a Bruce Willis y Samuel Jackson, Hombres de negro Internacional (F. Gray Gray) cuarta entrega / reboot de la oficina de migraciones extraterrestres que llega con pareja renovada y cupo de género. Para cerrar y comprometer a los padres con una nueva salida al cine,  Aladino, la nueva versión de Disney con actores en la línea de las que vienen realizando como El libro de la selva (Favreau  2016) o la también próxima a estrenarse  Dumbo de Tim Burton.



Multiverso




Desde la presentación del logo de Columbia y las demás productoras involucradas en la película ya se introduce el concepto del multiverso, algo más que remanido para los lectores de comics de las dos grandes productoras superheroicas, Marvel y DC pero aún no explotado en su vertiente cinematográfica. Básicamente se nos presenta la idea de que hay infinitos mundos alternos (en realidad serian 52 para DC y unos centenares para Marvel, pero eso siempre puede cambiar oportunamente) donde hay múltiples versiones de héroes y villanos. De esta manera las editoriales pueden eliminar sucesos molestos de la continuidad, matar personajes y renovarlos completamente alegando que esto sucede en un mundo paralelo. Y por supuesto la posibilidad de cruces entre dimensiones están siempre a tiro del guionista. Nutrido de esta tradición la película presenta un abanico de arácnidos provenientes de distintos mundos que convergerán por obra de un villano en la Nueva York habitada por el joven Miles Morales. Este personaje tiene su origen comiquero  en lo que se conoce como universo Ultimate de Marvel en el que intentó revitalizar a sus personajes clásicos con versiones, a su entender, más modernas y empatizables. Este recurso marketinero de darle el manto de un héroe clásico a una minoría no es una estratagema novedosa, así tuvimos y tenemos una Miss Marvel y un Linterna Verde musulmanes, una Iron Man mujer y afroamericana y hasta un Superman chino solo por citar algunos. Miles Morales, pre adolescente, latino y negro es por lo tanto un engendro de escaso éxito en los comics lanzado al ambito cinematografico. Para colmo esta es una pelicula de inicio, los detractores de los films de Marvel sostienen que todos son iguales, un tipo obtiene poderes y se hace un traje. Todos los elementos involucrados, el farragoso multiverso, un personaje de departamento de marketing y una historia de origen preanunciaban una película olvidable. Nada más lejos de la realidad. El equipo creativo de la película se agranda en la difícil y entrega tal vez la mejor película de Spiderman jamás hecha, respeta y venera el canon, introduce a Miles Morales y lo posiciona como el único e inigualable Spiderman para toda una generación y de paso se da el gusto de revolucionar la animación digital cuando ya parecía que el avance tecnológico solo podía entregarnos pelo más realista.



Llevar la máscara


La presencia de un Peter Parker alterno (el único e inigualable, la versión original podríamos decir) crepuscular y cursando una depresión sirve de mentor involuntario de Miles e introduce los tópicos clásicos del personaje. Poder y responsabilidad, la pérdida como catalizador  del heroísmo y una vuelta de tuerca al hecho de la cercanía de Spiderman con su comunidad, uno más que puede ser cualquiera. Spiderman no es un semidios como Superman, ni un ángel vengador como Batman, es nuestro amigable vecino.


Como mencionamos el apartado técnico es espectacular, algo nunca visto. La textura es impresionante, los colores, la presencia de los trazos, la pincelada y el efecto impresión  en papel de los decorados. Se recurre a recursos propios del cómic como la división de la pantalla, las líneas cinéticas, las onomatopeyas y hasta bocadillos de texto. Todo esto en el medio de una mixtura entre realismo extremo y caricatura que funciona a la perfección. Como dijimos algo nuevo, desbordante y psicodélico.   


Elegimos no revelar mucho de la trama ya que tiene un par de efectivos giros, los niños no mienten y es muy satisfactorio escuchar su exclamación colectiva en la sala cuando se producen y porque está repleta de guiños para fanáticos y conocedores que la hacen casi inabarcable. Mención especial para la participación de Stan Lee que puso la voz a su versión animada poco tiempo antes de fallecer.   


La veo o no la veo


Y aca solo cabe escribir un gran SI. Motivos sobran, si te gustan los superhéroes, si sos fan de Spiderman, si te gustan las pelis de animación, si queres ver una aventura copada que le guste a los pibes y no embole a los adultos, reirte un rato sin resignar emoción, esta es tu película. Ahora si te extirparon el corazón y lo reemplazaron por un adoquín ni te acerques al cine. Dejando de lado los chistes, Spiderman un nuevo universo es una gran película, cuidada y efectiva en todos su apartados que nos obligará a los viejos nostálgicos a tener que soportar a la purretada insolente exclamar “Ma que Peter Parker, ni Peter Parker, Spiderman es Miles Morales”.  

lunes, 21 de enero de 2019

No habrá final feliz


Roma (Cuarón, 2018) Estreno en Netflix y un circuito limitado de cines

Alfonso Cuarón es un director mexicano que llegó a las grandes ligas, ganó el oscar mejor película en el 2014 por Gravedad. Este es su momento y con esta película se da el gusto de hacer la dirección, el guión, la edición y la fotografía. Situada en méxico de finales de los 60´ y con claras pinceladas de referencia personal, se cuenta la historia de una chica, Cleo, que trabaja como empleada doméstica en una casa de familia de clase alta en el barrio Roma del DF.


Podemos pensar que Cuarón cuenta en blanco y negro la historia de su infancia y nos deleita con planos de neorrealismo en clave latinoamericana, haciendo gala de contraluces y filtros hermosísimos en las terrazas del barrio Roma donde todas las empleadas domésticas lavan y tienden la ropa. Su modo de contar no llega a ser la pornografía de la tristeza y la desesperanza de las películas de Iñarratu como Amores Perros o Biutifull ni la crudeza y la sordidez de films de Ripstein como La mujer del puerto o Principio y fin. Se mantiene en una línea que conserva un poco de ternura podríamos decir, con un lugar para la esperanza.

La protagonista Cleo, es interpretada por Yalitza Aparicio, una actriz morena de ascendencia originaria que contó en declaraciones a la prensa que nunca veía en la pantalla mujeres como ella y que eso le hacía muy difícil imaginarse actuando. Lanzada al estrellato por el éxito de la película muchos medios se envalentonaron en declarar un cambio de paradigma de la belleza en el cine mexicano y cantar loas a la apertura y a la deconstrucción. La verdad es que al margen de actuar muy bien, Yalitza fue elegida porque cubría el phisique du role de empleada de provincias que trabaja en la capital. Esperaremos para decretar un verdadero cambio inclusivo para cuando veamos chicas como ella protagonizando una telenovela o una comedia romántica.  



La historia comienza con el derrumbe de la familia para la que Cleo trabaja, el padre los abandona sin dejar en claro si se va para siempre, hay momentos de desesperanza pero se pueden volver a organizar gracias a las mujeres. Cleo vive un breve encuentro amoroso producto del cual quedará embarazada. Es muy difícil para una chica que empieza a trabajar de muy joven como empleada en una casa, sin estudiar ni tener vida social, que pueda tener acierto en cuanto a una pareja. Fermín la invita a salir, es un conocido del novio de Adela, otra de las empleadas de la casa. Cleo pasa de ser aniñada y compañera de los nenes con quienes juega, incluso juega carreras con Adela, a salir con un chico y quedar embarazada.

Los personajes masculinos son todos miserables, desde el Sr. Antonio padre de familia y médico quien abandona a su familia de un día para otro hasta  Fermín que es un pibe de pueblo y escapa cobardemente al enterarse que Cleo está embarazada y no se priva de maltratarla cuando esta le pide colaboración. Son las mujeres, de todas las clases sociales, con sus imperfecciones y mezquindades las que apechugan, se solidarizan y sacan la vida adelante.Es quizá la maldición de Malinche que sigue vigente aún en la cultura mexicana.


La película narra tangencialmente la “matanza de tlatelolco” en la cual grupos paramilitares financiados por el gobierno y entrenados por un luchador de catch que tenía un programa de tv,  reprimieron y asesinaron a manifestantes estudiantiles días previos a los Juegos Olímpicos en México 1968. La película es muy poco indulgente para quien no conoce este hecho histórico, no explica nada, sin duda muchos espectadores interpretarán la escena de la mueblería como un vulgar robo. Para quienes quieran indagar sobre este increíble suceso (México es un país al filo de la realidad)  y su marco histórico les recomendamos la excelente novela de Paco Taibo II, No habrá final feliz, título mexicano por excelencia.

Volviendo al film, se trata de un relato de mujeres, en una sociedad brutalmente clasista presente en toda latinoamérica y atemperada en Argentina donde igualó el peronismo y logró atenuar esa diferencia de clases tajante y rajante. La diferencia patrón servidumbre es sin medias tintas, ni hablar de sindicatos no casualmente los sirvientes son todo el tiempo igualados a los perros por el director.


Mención aparte para el  virtuosismo técnico y la bella fotografía en blanco y negro. Lleno de extensos travelings laterales que muestran una reconstrucción de época minuciosa hasta el delirio y que será un deleite para los mexicanos que vivieron aquellos años y recorrieron esas calles, cines y negocios.

Lo que salva a la película de ser un  ejercicio absoluto de introspección es que se cuenta una historia. Hay un arco en el personaje de Cleo, medido y de pocas palabras como el personaje. Ella avanza, cambia y eso salva a la película y le tira una soga a un público más masivo, aunque claramente este no es el destinatario final de la película. Cuarón filmó esta película para Cuarón.

La veo o no la veo

La película no es ni la joya que te va a tocar el alma ni el bodrio que te va a dormir en 15 minutos como retratan de forma extremista muchas críticas y comentarios en las redes. Es una película particular, dura por momentos, costumbrista y contemplativa. Hay que verla predispuesto y sabiendo lo que se va a ver, una película de ribetes autobiográficos y desarrollo autoral sin contemplaciones al espectador.  Espectador prevenido, vale por dos.

domingo, 13 de enero de 2019

Bajo el mar



Bajo el mar
Aquaman (James Wan, 2018)

La previa

Canjeamos 500 puntos ‘quiero’ del banco Galicia por dos entradas en el Cinemark y sin demasiadas expectativas fuimos al cine a ver la última película del universo DC, compañía que está esforzándose por alcanzar a su competidora Marvel sin demasiado éxito. Hemos visto en películas anteriores que ha tratado de imitar la fórmula conseguida por Marvel en lugar de buscar una estética propia, dando por resultado productos entre genéricos y mediocres. A pesar de ello, logró buenos momentos en algunas de sus películas, especialmente en La mujer Maravilla (Patty Jenkins, 2017) la mejor de la franquicia hasta ahora, aunque Aquaman ya la superó en taquilla.



El tirano Orm quiere invadir la tierra y Aquaman, mitad hombre mitad pez, deberá detenerlo. La motivación del villano es invadir la tierra y que sea el próximo hogar de los atlantes tal como lo fué en el pasado, antes de que el mal uso de una avanzada tecnología terminase por sumergir la ciudad, que bajo el océano se convirtió en Atlantis y que se ha mantenido oculta a los ojos de la humanidad desde entonces. La defensa de la tierra está únicamente en manos de Aquaman, que en un principio se resiste a la tarea, por lo que el éxito de la misma dependerá de la superación de diversos obstáculos y la aceptación de su destino como heredero al trono.
Este argumento viene de la versión en papel de “El Trono de Atlantis”, cómic protagonizado por Aquaman y el resto de la Liga de la Justicia. Viene de una buena experiencia tanto en ese formato como en su primera adaptación audiovisual en forma de película animada.
En este caso la diferencia fundamental es la ausencia de los otros héroes de DC, centrando toda la acción en Aquaman y el mundo submarino.

El relato

Además de detener a Orm, Aquaman se enfrenta David Kane (Yahya Abdul-Mateen II), un pirata contratado por aquel para capturar al heredero al trono, pero no logra hacerlo y encima le mata a su padre, por lo que David busca venganza y se prepara a enfrentar al hombre pez creando un traje con tecnología del mar, muy avanzada a la humana. A pesar de que el traje se ve ridículo ya desde el cómic, la pelea con Manta Negra es el único momento en que la cosa se pone seria para nuestro héroe, tiene el tono del odio de quien clama sangre, algo que no sucede en las escenas donde se enfrenta al verdadero villano, su hermano Ocean Master, que resultan poco creíbles porque la oposición entre ambos personajes no está bien desarrollada en el relato. Porque Aquaman es al mismo tiempo un relato sobre del origen del superhéroe, la niñez de Arthur y su entrenamiento, la historia de amor de sus padres, el encuentro por primera vez con su madre, cómo se convierte en rey, además cuentan la historia de Atlantis, el conflicto de intereses de los reinos, la guerra subacuática. Un universo fascinante el de este personaje, pero no hacía falta plasmarlo todo junto en una sola película, porque se termina perdiendo la fuerza de cada una de estas historias.


Las escenas de acción están muy bien logradas, la persecución en la ciudad italiana con distintos puntos de vista sobre los personajes, los movimientos de cámara que acompaña las acciones atravesando muros, los saltos entre ventanas, por los techos es genial.
Los escenarios que emulan los restos de la vieja Atlantis son bellísimos. El efecto del agua en los personajes está muy bien logrado, pero los monstruos marinos no se destacan, en la escena de la guerra subacuática hay una cantidad enorme de figuras en la batalla y se pierde un poco la anatomía de cada una; no se luce en lo visual tampoco las ciudades, la fotografía es algo oscura. El traje de Aquaman es precioso, los colores entre dorado y naranja se lucen con las cataratas de fondo y la textura simil escamas es muy llamativa.
Nicole Kidman protagoniza la primera escena de acción del film, ofrece destreza en la pelea con la tropa del padre de Orm (En ese momento el rey de Atlantis). Ella es Atlanna, reina de Atlantis, que obligada a casarse se exilió a la tierra y se enamoró de Tom Curry (Temuera Morrison) un sencillo cuidador de faro con el que engendraron a su hijo Arthur (Aquaman). El rostro de la actriz está maquillado digitalmente para encarnar a la joven reina al comienzo, luego reaparece con abundante pelo blanco como si hubiese envejecido pero su rostro sigue igual de joven, es algo duro el efecto y demasiado falso, genera una distancia con la historia que se está contando.

La otra mujer del relato es Mera (Amber Heard). Ella va a buscar a Aquaman para que reclame el trono y detenga a su prometido Orm, que está buscando aliados para tratar de conquistar la tierra. Si bien lucha como una guerrera y tiene poderes como dominar el agua, Mera parece la personificación de La Sirenita, el pelo parece una peluca de cotillon, mismo exacto color de Ariel, además pone caras de ingenua, es naive y parece estar siempre en pose especialmente cuando interactúa con el mundo de la superficie, el personaje recuerda mucho a la animación de Disney.

Jason Momoa logra un gran superhéroe con su figura imponente, el legítimo rey del mar que se cree más humano y terrenal con su figura hinchada de enorme masa muscular, su aspecto rocanrol pesado y lleno de tatuajes ofrece un elemento interesante y diferenciador, bien distanciado del rubio cheto de los dibujitos al que estábamos acostumbrados y más cercano a la figura de Poseidón, tiene mucha fuerza y atractivo. Asimismo se da un juego con la dualidad del personaje, la rudeza de su figura que esconde un interior sensible, algo que ya estaba presente en La liga de la justicia (Snyder, 2017). En Aquaman, esa dualidad está presente en el contraste con sirenita que es bien naive, la escena del paseo por las calles de la costa italiana funciona en tono de comedia romántica, pero en general los chistes resultan adolescentes; dicho sea de paso, también son poco serios los chistes con selfies y metaleros cholulos en la escena del bar.

Hay dos personajes que vale la pena mencionar aunque no tengan peso real en la película que son el Rey Nereus (Dolph Lundgren) padre de Mera y Vulko (el capo Willem Dafoe) mentor de Aquaman y consejero de Orm. Ambos correctos, con maquillaje digital en los años mozos de Vulko, pero sin mucha influencia más que figuras políticas dentro del reino atlante.

La veo o no la veo
Desde luego no hay que esperar grandes actuaciones ni profundidad en su argumento. Aquaman es un personaje poco recurrente en las sagas de superhéroes, el menos popular de todos debido a su paso por las manos de la productora Hanna-Barbera, y trae el mundo subacuático, lo único que tiene de novedoso el film aunque parece quedó desaprovechado. Funciona bien si te gustan las aventuras clásicas, o si te gustan los pectorales del protagonista.

miércoles, 2 de enero de 2019

Colette, liberación femenina para algunas



Colette, (Westmoreland, Wash, 2018)

La previa


Empiezan las publicidades, se proyectan diez en total y un pequeño espacio dedicado al sorteo del INCAA que se participa con el número de entrada y la pauta de cine nacional que ya se ha comentado y pasa muchas películas a estrenar juntas en apenas segundos, hace muy difícil retener las propuestas, estaría bueno que proyectaran un trailer en lugar del rejunte Eso que nos enamora (Mordkowicz, 2018), Por amor al arte (Goyeneche, 2018) Chaco (de la Orden, 2018) La boya (Spiner, 2018), Mochila de plomo (Mascambroni,2018)  El jardín de la clase media (Inzaghi, 2018).

Se proyectan cuatro trailers Bienvenidos a Marwen (Zemeckis, 2018) interpretada por Steve Carrell centrada en la curiosa recuperación de un paciente que sufrió una lesión cerebral. Luego una infinita propaganda de miles de espacios y cuando no sabés muy bien de qué se trata, caes es una compañía de celulares. El niño que pudo ser rey (Cornish, 2019) es una nueva propuesta del director de Attack the block un film que pudimos ver en el Festival Rojo Sangre del 2012. Una mención especial para  la propaganda de coca cola Te tocó nacer acá https://www.youtube.com/watch?v=KN8XSqLWEfU con un discurso pedorro que implica que hay que bancarsela si naciste acá porque al menos no vas a estar solo, muy acorde a la época y resulta raro que una multinacional que se dedica a vender te hable del ajuste, es pura militancia de los ceos, para colmo tiene la música de Shine un hermoso tema de Las pelotas arruinado completamente. Las herederas (Martinessi, 2018) una película paraguaya, un cine inusual, que viene recorriendo festivales y dejando marca.
Otra publicidad meritocrática más, esta vez la Universidad del Salvador ayudando mendigos y rescatando perritos, un mundo mejor se construye con estas pequeñas acciones, no con políticas públicas y pleno empleo, ¡que tremendo!

Existe un público particular denominado por Ariel Zylberberg como el canon Woody Allen que tributa las películas europeas, espectadores que con la vuelta de la democracia se enamoraron de Silvio Rodríguez y Mercedes Sosa, y que en el presente se han trasladado a la franja de consumidores que enloquece con el BAFICI comprando las entradas incluso a ciegas, con una pretensión de cultura selecta. La sala proyectó para un nueve a uno siendo las mujeres la mayoría.

La historia

Se trata de una biopic sobre la escritora francesa Gabrielle Colette, novelista del siglo XIX que forma parte de la troupe de artistas que florecen en París a quien Walter Benjamin denominó capital del siglo XX. Las vanguardias artísticas acuñan, aglutinan en su seno los cambios de época, ya no habrá evolución de estilos, habrá nuevos paradigmas ninguno mejor ni más evolucionado, simplemente distinto. Luego llegará la primera guerra mundial y ya el mundo no volverá a ser el mismo.

Colette interpretada por Keira Knightley es una joven de las afueras de París que se casa con un escritor cazatalentos Henry Gauthier Villars encarnado por Dominic West, ellos son la pareja protagonista, los bohemios que viven la noche parisina. La actriz ha sido lanzada hace varios años en la saga que inicia Piratas del Caribe La Maldición de la Perla Negra (Verbinski, 2003), luego del éxito que tuvo esta película y la saga en sí misma participó en tres secuelas de la misma pero actoralmente volcó su carrera hacia una línea más experimental y retorcida, distanciada del mainstream.

Willy tiene diversos escritores que trabajan para él, como se conoce en la jerga fantasmas, si bien ellos escriben, las publicaciones son bajo su nombre, esto mismo empieza a suceder con los escritos que produce Colette y sus obras van a ser muy populares. La pareja  participa de distintos encuentros y presentaciones de las obras cuya protagonista es Claudine una joven de las afueras de París que cuenta sus aventuras cotidianas. Gabrielle se enamora de una marquesa interpretada por Denise Gough y este amor le permite liberarse.

El planteo que realiza el film es un tanto naif y trillado, teniendo en cuenta los apenas 50 años con derechos de los que fueron empoderandose las mujeres, con enormes desigualdades y con los feminicidios y abusos contados en horas del día es muy riesgoso banalizar la igualdad de géneros, y dar por supuesto que la liberación femenina pasa por la elección sexual, atrasa un poco.

Sin dudas Colette, como Isadora Duncan o Camille Claudel, han  marcado la historia de las mujeres dejando su obra como marca, dentro de un período específico  y en el arte, pero la lucha por los derechos de las mujeres siguen siendo un tema pendiente en esta sociedad, se va de a poco consiguiendo alguna mejora pero falta mucho para lograr una igualdad, nos toca relevar cada intento cada avance.

Es una reflexión obligada en los tiempos que corren no dejar que se banalice nada, nada sobre la lucha de las mujeres, porque hay feminicidios por hora, porque tenemos menores salarios porque nos falta mucho para poder construir una igualdad, está en el arte buscar la forma de expresar estas búsquedas, sin ser literal ni banal una difícil tarea, un gran desafío que abordar.



La veo o no la veo

Si estás buscando ver una peli para pocos con una realización exquisita y viaje al siglo XIX es tu peli, el arte, la puesta en escena y los vestuarios son hermosos. Si buscás una peli contestataria de liberación femenina no va por ahí.