domingo, 13 de enero de 2019

Bajo el mar



Bajo el mar
Aquaman (James Wan, 2018)

La previa

Canjeamos 500 puntos ‘quiero’ del banco Galicia por dos entradas en el Cinemark y sin demasiadas expectativas fuimos al cine a ver la última película del universo DC, compañía que está esforzándose por alcanzar a su competidora Marvel sin demasiado éxito. Hemos visto en películas anteriores que ha tratado de imitar la fórmula conseguida por Marvel en lugar de buscar una estética propia, dando por resultado productos entre genéricos y mediocres. A pesar de ello, logró buenos momentos en algunas de sus películas, especialmente en La mujer Maravilla (Patty Jenkins, 2017) la mejor de la franquicia hasta ahora, aunque Aquaman ya la superó en taquilla.



El tirano Orm quiere invadir la tierra y Aquaman, mitad hombre mitad pez, deberá detenerlo. La motivación del villano es invadir la tierra y que sea el próximo hogar de los atlantes tal como lo fué en el pasado, antes de que el mal uso de una avanzada tecnología terminase por sumergir la ciudad, que bajo el océano se convirtió en Atlantis y que se ha mantenido oculta a los ojos de la humanidad desde entonces. La defensa de la tierra está únicamente en manos de Aquaman, que en un principio se resiste a la tarea, por lo que el éxito de la misma dependerá de la superación de diversos obstáculos y la aceptación de su destino como heredero al trono.
Este argumento viene de la versión en papel de “El Trono de Atlantis”, cómic protagonizado por Aquaman y el resto de la Liga de la Justicia. Viene de una buena experiencia tanto en ese formato como en su primera adaptación audiovisual en forma de película animada.
En este caso la diferencia fundamental es la ausencia de los otros héroes de DC, centrando toda la acción en Aquaman y el mundo submarino.

El relato

Además de detener a Orm, Aquaman se enfrenta David Kane (Yahya Abdul-Mateen II), un pirata contratado por aquel para capturar al heredero al trono, pero no logra hacerlo y encima le mata a su padre, por lo que David busca venganza y se prepara a enfrentar al hombre pez creando un traje con tecnología del mar, muy avanzada a la humana. A pesar de que el traje se ve ridículo ya desde el cómic, la pelea con Manta Negra es el único momento en que la cosa se pone seria para nuestro héroe, tiene el tono del odio de quien clama sangre, algo que no sucede en las escenas donde se enfrenta al verdadero villano, su hermano Ocean Master, que resultan poco creíbles porque la oposición entre ambos personajes no está bien desarrollada en el relato. Porque Aquaman es al mismo tiempo un relato sobre del origen del superhéroe, la niñez de Arthur y su entrenamiento, la historia de amor de sus padres, el encuentro por primera vez con su madre, cómo se convierte en rey, además cuentan la historia de Atlantis, el conflicto de intereses de los reinos, la guerra subacuática. Un universo fascinante el de este personaje, pero no hacía falta plasmarlo todo junto en una sola película, porque se termina perdiendo la fuerza de cada una de estas historias.


Las escenas de acción están muy bien logradas, la persecución en la ciudad italiana con distintos puntos de vista sobre los personajes, los movimientos de cámara que acompaña las acciones atravesando muros, los saltos entre ventanas, por los techos es genial.
Los escenarios que emulan los restos de la vieja Atlantis son bellísimos. El efecto del agua en los personajes está muy bien logrado, pero los monstruos marinos no se destacan, en la escena de la guerra subacuática hay una cantidad enorme de figuras en la batalla y se pierde un poco la anatomía de cada una; no se luce en lo visual tampoco las ciudades, la fotografía es algo oscura. El traje de Aquaman es precioso, los colores entre dorado y naranja se lucen con las cataratas de fondo y la textura simil escamas es muy llamativa.
Nicole Kidman protagoniza la primera escena de acción del film, ofrece destreza en la pelea con la tropa del padre de Orm (En ese momento el rey de Atlantis). Ella es Atlanna, reina de Atlantis, que obligada a casarse se exilió a la tierra y se enamoró de Tom Curry (Temuera Morrison) un sencillo cuidador de faro con el que engendraron a su hijo Arthur (Aquaman). El rostro de la actriz está maquillado digitalmente para encarnar a la joven reina al comienzo, luego reaparece con abundante pelo blanco como si hubiese envejecido pero su rostro sigue igual de joven, es algo duro el efecto y demasiado falso, genera una distancia con la historia que se está contando.

La otra mujer del relato es Mera (Amber Heard). Ella va a buscar a Aquaman para que reclame el trono y detenga a su prometido Orm, que está buscando aliados para tratar de conquistar la tierra. Si bien lucha como una guerrera y tiene poderes como dominar el agua, Mera parece la personificación de La Sirenita, el pelo parece una peluca de cotillon, mismo exacto color de Ariel, además pone caras de ingenua, es naive y parece estar siempre en pose especialmente cuando interactúa con el mundo de la superficie, el personaje recuerda mucho a la animación de Disney.

Jason Momoa logra un gran superhéroe con su figura imponente, el legítimo rey del mar que se cree más humano y terrenal con su figura hinchada de enorme masa muscular, su aspecto rocanrol pesado y lleno de tatuajes ofrece un elemento interesante y diferenciador, bien distanciado del rubio cheto de los dibujitos al que estábamos acostumbrados y más cercano a la figura de Poseidón, tiene mucha fuerza y atractivo. Asimismo se da un juego con la dualidad del personaje, la rudeza de su figura que esconde un interior sensible, algo que ya estaba presente en La liga de la justicia (Snyder, 2017). En Aquaman, esa dualidad está presente en el contraste con sirenita que es bien naive, la escena del paseo por las calles de la costa italiana funciona en tono de comedia romántica, pero en general los chistes resultan adolescentes; dicho sea de paso, también son poco serios los chistes con selfies y metaleros cholulos en la escena del bar.

Hay dos personajes que vale la pena mencionar aunque no tengan peso real en la película que son el Rey Nereus (Dolph Lundgren) padre de Mera y Vulko (el capo Willem Dafoe) mentor de Aquaman y consejero de Orm. Ambos correctos, con maquillaje digital en los años mozos de Vulko, pero sin mucha influencia más que figuras políticas dentro del reino atlante.

La veo o no la veo
Desde luego no hay que esperar grandes actuaciones ni profundidad en su argumento. Aquaman es un personaje poco recurrente en las sagas de superhéroes, el menos popular de todos debido a su paso por las manos de la productora Hanna-Barbera, y trae el mundo subacuático, lo único que tiene de novedoso el film aunque parece quedó desaprovechado. Funciona bien si te gustan las aventuras clásicas, o si te gustan los pectorales del protagonista.

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