miércoles, 12 de febrero de 2020

Locademia de nazis

Jojo Rabbit (Taika Waititi, 2019)




La previa
Waititi viene sorprendiendo por su gran creatividad, la habilidad para mezclar géneros y su sentido del humor particular. Antes de romperla con Thor:Ragnarok, irrumpió con un falso documental de comedia negra llamado What we do in the shadows, donde tres vampiros sobrellevan problemas de la vida moderna como pagar el alquiler o entrar al boliche de moda. Con Jojo Rabbit, una propuesta arriesgada y difícil, ganó el Oscar a Mejor Guión Adaptado y su primer reconocimiento de la Academia.
La historia está contada desde el punto de vista de Jojo Betzler (Roman Griffin Davis), la ingenuidad de la mirada de un niño de 8 años como lente desde donde contar una historia sobre el nazismo es, desde el vamos, algo complicado y ni el más original ni creativo de los directores puede escapar a esa dificultad. 
La historia de los horrores cometidos durante la Segunda Guerra Mundial vista desde los ojos de un niño conlleva cierto endulzamiento de los acontecimientos, algo similar a lo que proponía Roberto Benigni con La vida es bella allá por el año 1999. En este caso, el adulto que acompaña el universo infantil es la madre de Jojo, Rosie, interpretada por Scarlett Johansson, trabajo por el que fué nominada a Mejor Actriz de Reparto pero que finalmente se llevó Renée Zellweger por Judy


La historia
Un niño fanático nazi, cuyo amigo imaginario es Hitler, descubre que su madre oculta a una niña judía en su casa. 



El relato
Comienza con una secuencia musical donde fusiona imágenes documentales de gente haciendo el saludo nazi con la canción de los beatles “I want to hold your hand” (quiero tomar tu mano) haciendo un paralelismo del nazismo con la beatlemania, una forma original y moderna de presentar el universo del protagonista, la perspectiva inocente o superficial de un niño ante su ídolo.


El Hitler de Waititi, interpretado por él mismo, es delirante. Lo vemos comer unicornio mientras critica a Rosie por esconder a una judía. Los diálogos y la relación que se construye entre ambos resulta un recurso interesante para expresar las distintas facetas de la ideología nazi, hasta que Jojo empieza a cuestionar sus creencias cuando conoce a Elsa (Thomasin McKenzie), abandonando de a poco la literalidad y el fanatismo. 


El material de la realidad le sirve al relato como tela de donde cortar para construir la comedia. La irracionalidad de construir un ejército de niños, denominado la juventud hitleriana, es referenciado en una escena genial al comienzo del relato, donde los niños asisten a un campamento para aprender a andar armados, a odiar judíos o a quemar libros en el fogón nocturno. El relato también referencia estos hechos cuando muestra unos niños clones entrenando en una oficina, llevando a niveles absurdos la inversión en ciencia y tecnología que realizaba el partido. 





Sam Rockwell, el Captain Klenzendorf, está muy bien como el coordinador de las actividades juveniles del partido, un energúmeno que se presenta como el que zafó del frente cometiendo un error a propósito y hace poses cuando dispara su arma haciendo gala de su excentricidad. El personaje, cuyo alto grado de imprudencia e irresponsabilidad pone en riesgo la vida del protagonista, sin embargo manifiesta algo de sensatez que lo lleva a ayudar a Jojo en más de una ocasión. 
Como parte del desfile, el personaje de Stephen Merchant, un agente de la Gestapo que ingresa a la casa de Jojo, con una presencia siniestra protagoniza una escena sumamente inquietante que, al comienzo, encuentra lugar para el chiste, cuando surge lo ridículo a partir de la repetición incansable del saludo nazi.


La comedia es efectiva, se atreve a burlarse de los personajes más siniestros, su sentido del humor funciona allí donde ridiculiza el estereotipo. Si bien esto conlleva el riesgo de subestimar los sucesos del drama histórico, la comedia busca ser seria y lo logra, aunque la trama tenga un final endulzado y esperanzador que resulta difícil de digerir.

La veo o no la veo
Si te gustan las películas originales, el estilo del director, o si te gustó La vida es bella te puede llegar a gustar.




domingo, 9 de febrero de 2020

La escritora



Mujercitas (Gerwing, 2019)


La previa


En momentos de empoderamiento femenino se produce un reencuentro con los clásicos que dan cuenta de que las mujeres siempre estuvimos ahí, solo que el poder lo tenían los hombres, esta novela decimonónica fue un clásico popular muy leído por las generaciones que nos preceden gracias a las ediciones de colección Robin Hood. La directora que decide bucear en la novela,Greta Gerwing, viene marcando la cancha desde Lady Bird.


La historia


Se trata de la historia de la familia March, contada por la mayor de las cuatro hermanas Josefina, es un relato autobiográfico que narra las dificultades de la mujer para dedicarse a una profesión y rechazar la institución matrimonial. Best seller de 1868. Tiene varias versiones previas, una de ellas del Hollywood clásico, en la que Katharine Hepburn encarna a Jo.


El relato


La directora trabaja con una doble línea entre las negociaciones de Jo, para realizar publicaciones literarias y los episodios relatados en la novela Mujercitas que narra la historia de la familia March. La elección es interesante, lamentablemente al género femenino no le resulta ajeno comprender modelos de statu quo del pasado, donde la mujer ocupaba un espacio, secundario o relegado,  casi el de un objeto, mujeres como la escritora Mary Alcott vivieron en carne propia las narraciones que pasaron luego a sus novelas, el inicio del film de alguna manera resume el lugar que se adjudica a la mujer en el melodrama en general, o se casa al final de historia, o debe morir. Si bien la discriminación en cuanto a ocupar lugares de poder o prestigio sigue vigente, la pelea en pleno siglo XIX era mucho más dura, como género llevamos poco más de cincuenta años con derechos que hay que estar marcando en forma permanente y nos faltan todavía muchos puntos.




En el rol de la heroína, la querida Josefina, es interpretado por Saoirse Ronan y está fenomenal entrega una actuación apasionada que se debate entre los ideales de justicia e igualdad y los puntos de duda que va atravesando el arco de transformación ya que la pobreza dificulta realizarse y crecer en forma profesional. Florence Pugh, nominada a mejor actriz de reparto en la alfombra roja hace una magnífica Amy con toques de villanía que son dignos de apreciar,  si bien no llega a hacer una obra coral el resto del elenco acompaña con su con presencia. Meg encarnada por Emma Watson está muy bien y la pequeña Beth es muy fiel a la novela o al menos eso le parece a esta cronista, las cuatro actrices junto con la madre, Marmee, Laura Dern forman un elenco que funciona integrado y cálido.


Es interesante como el relato elige hacer una alternancia entre las negociaciones que fue realizando la escritora que son tomados de la vida real de Mary Alcott y el relato de familia, donde las voces como la de tía Aunt March en una breve pero impecable representación de Meryl Streep, pone bien en claro que la movida en lugar de jugar tanto a las representaciones es tener un buen partido para mantener la fortuna, como que alguna de las cuatro se avive y se case con un millonario. Es un pensamiento y literal el de la tía pero muy vigente hasta entrado el siglo XX. Las convenciones no se dejarán vencer fácilmente y siempre se intentará que la heroína se case o muera al final.


La veo o no la veo


Es un clásico lindo para refrescar, la película y la puesta de arte y vestuario es muy bella y además te invita a ver las versiones anteriores.




jueves, 6 de febrero de 2020

El ingles de los huesos

1917 (Mendes, 1917)


La previa


Con 10 nominaciones para las estatuillas que se entregarán este domingo en la alfombra roja. La película 1917 de Sam Mendes se estrenó el jueves pasado en la Argentina, su director que ya tiene en su haber un oscar por Belleza Americana se despachó con una película épica situada en la Primer Guerra Mundial como indica su título con excelente técnica  y grandes actuaciones, combinados con anécdotas de familia.





La historia


En 1917, en pleno combate entre ingleses y alemanes dos soldados deberán llevar un mensaje a las tropas que se encuentran del otro lado del frente para poder detener una masacre.


El relato


La construcción de las trincheras, los uniformes, los utensilios todo el arte cuidado al detalle haciendo presente la época. Las actuaciones son muy buenas, el ciclo del héroe será trazado por el personaje de Will encarnado por George MacKay con su meta y sus plazos a cumplir controlados a precisión del reloj británico marcando el ritmo en medio de una guerra donde no sabe bien qué día es. La lógica de la guerra es tenebrosa y tiene ese toque de pulsión de muerte que prepara sujetos para matar-morir dejando su ser pivoteando entre un androide y un posible ser humano en algún lugar. Las escenas iluminadas por el fusil de los soldados, o ciudades iluminadas por los incendios y explosiones constituyen una despliegue técnico fenomenal. La utilización de la cámara y el despliegue como un gran plano secuencia a la altura de la trinchera o acompañando los arrastres a nivel del suelo le imprimen una veracidad medio de documental que aterra.


A partir de una misión que les ordenan, Will y Blake son elegidos para llevar un mensaje al otro lado del campo de batalla, pasando por el campo enemigo deberán enfrentar la adversidad estando solos y resistiendo las trampas y la tierra de nadie.

Renacimiento


El director logra confeccionar un mosaico que contiene un trazo grueso de guerra, caos, sangre, muerte y desolación combinado con delicadas pinceladas que insertan una suerte de renacimiento y esperanza. Blake y Will inician el cruce a campo traviesa, espacios enormes llenos de muerte y muertos con sus cuerpos en descomposición, bombas y proyectiles abandonados, aviones en combate, y las pocas construcciones en pie incendiadas, construyen un mundo desolador. Los cuerpos exhaustos, heridos, aturdidos, ahí donde todo parece teñirse de desesperanza, donde solo las ratas parecen ganar algo, aparecen pequeños hilos de ternura, como pequeñas detenciones. La primera cuando los soldados encuentran unos cerezos en flor talados y sin frutos, sin duda los enemigos retiran todo a su paso para no dejar comida. Blake cuenta a Will que su madre cultiva cerezos, Will plantea que es una lástima, ya que estos árboles están muertos. Blake le cuenta que todos los carozos que caigan en la tierra cuando se pudran serán la semilla del doble de cerezos para la próxima primavera y que se verá ese campo como nevado por las flores de los árboles.


La segunda escena de fuga al espanto, es cuando Will encuentra en un refugio a una chica con un bebé, no se sabe su nombre, es rechonchito y vital, Will le canta una canción de Edward Leard (poeta inglés contemporáneo de Lewis Carrol) “con un cedazo no iremos al mar” es un juego de sentido ya que plantea algo así como con un colador no podremos navegar. Es una escena pequeña, dulce. 


La tercera sería casi como un real renacimiento ya que Will está en el agua del río un poco a la deriva ya no le faltaba mucho para llegar al otro lado pero está cansado pierde fuerzas y un poco se desvanece, en ese momento empieza a sentir las flores de cerezo como nevando sobre su rostro, ahí recupera el aliento y logra salir del río.


La trama avanza con increíbles efectos especiales por momentos se mezcla la luz del amanecer con los campos incendiados y se pueden apreciar las siluetas de los soldados recortados por el fuego. Nuevamente la nada, los soldados, las trincheras el intento de cumplir la misión serán los pasos que mantienen la vida de los personajes al límite junto con la tensión del espectador.




Mendes entrega escenas muy impactantes y las cruza con anécdotas de su propia familia de su abuelo, que peleó en la Primera Guerra.


La veo o no la veo


Es sin dudas una película para ir a ver, si te gustan las de guerra te va a gustar por lo fidedigno de las reproducciones, fusiles, mochilas, bolsas de arpillera, en cuanto a la acción hay un poco de todo y también un cacho de ternura.