miércoles, 15 de julio de 2020

Dark: Marty, Jonas, y las mariposas



Dark (Barab bo Odar, Jantje Friese, 2017-2020- Netflix)

por Ariel Zylberberg

(Esta nota contiene spoilers)

Me dispuse a ver “Dark” por sugerencia de un amigo, conocedor de mi fanatismo por la saga de “Volver al Futuro”. Una fascinación que supera ampliamente mis diferencias con la matriz ideológica-filosófica que subyace en esas películas. Pero, ya lo sabemos, lo cortés no quita lo valiente... La primera película me impactó profundamente. Entre otras (varias) cosas, porque era la primera vez (en el audiovisual, y al menos para mí) que se abordaba la paradoja que suscita un viaje al pasado (paradoja que solo se plantea cuando se viaja al pasado, y no cuando se lo hace hacia el futuro). Hasta ese momento, solíamos ver series o películas (“El Tunel del Tiempo”), en las cuales los protagonistas viajaban al pasado, alteraban los hechos históricos y volvían, sin que nada hubiese cambiado en su presente. En “Volver al Futuro” se plantea el concepto de que si se modifica el pasado, las consecuencias se proyectan hasta el presente.





Por considerar que el tema ya había sido desarrollado - y de alguna forma, agotado - por la película de Zemekis, y que lo que vino después no había aportado mucho al debate, desconfiaba un poco de lo que pudiese sumar “Dark”. Pero la serie me atrapó desde el primer capítulo. Seguramente por la belleza de las imágenes, la excelencia interpretativa de los actores y actrices, la hermosura de la musicalización (aunque nunca entendí por que todos los temas utilizados eran en inglés). Pero fundamentalmente, por la forma magistral en que se va administrando la información y se va introduciendo el misterio: el suicidio de Michael, la desaparición de Mikkel, la aparición de Mads. Y luego el primer viaje al pasado, el de Jonas. Y luego, el de Urlich. Y entonces la angustia me asoló. Y acá necesito hacer un excurso:

En “Volver al Futuro” subyace un concepto (nunca se explicita, pero se desprende del planteo) que consiste en que cada vez que un personaje viaja al pasado, se genera una dimensión paralela: el mundo de donde proviene el personaje es uno, y uno nuevo se genera por la mera irrupción de ese personaje en el pasado. Más allá de la advertencia del Doc, y aunque Marty no haga absolutamente nada que pueda alterar el pasado, su sola presencia en 1955 ya lo está alterando, y generando otro mundo. Uno nuevo en el cual, y en virtud del llamado Efecto Mariposa, inexorablemente millones de mariposas agitarán sus alas de manera diferente... Por ello, en el final de la película, Marty volvía a un 1985 distinto, en el que existía otro Marty, (quien en ese momento se está transportado en el tiempo (¿a 1955?), generando un nuevo mundo, con un posible nuevo Marty, y así hasta el infinito...). Pero nada se decía sobre lo que había sucedido con el mundo original, aquel en el que su padre George era un perdedor sometido. Uno podía suponer que aquel mundo había sido anulado por su intervención en 1955 (un concepto que se plantea en “Terminator 5: Génesis”: las nuevas líneas de tiempo anulan las anteriores). Pero, de ser así, el Marty original debería haber desaparecido junto con su mundo, y no hubiese podido irrumpir en el nuevo, al que si pertenece el Marty B.





En fin: la serie avanzaba, y todas estas paradojas se disparaban. Y mi angustia crecía. Más allá de los viajes al pasado y sus implicancias, otras cuestiones no cerraban: ¿Por qué se insiste con que el suicidio de Michel es lo que desata todo, cuando claramente no es disparador de la desaparición de Mikkel? Si el pasaje que utilizan Jonas y Urlich para viajar en el tiempo estaba abierto desde 1953, ¿para qué cuernos Claudia y Noah hacen sus propias máquinas del tiempo? ¿Y para que Adam manda a Noah a construir el pasaje, si en 1920 ya ha construido la máquina del tiempo que utiliza la Partícula de Dios? Y con la 2º temporada aparecen los viajes al futuro, y en el futuro también tienen la máquina de la partícula de Dios, y los viajes ya no son en ciclos de 33 años (Jonas va de 2053 a 1920)... Un final a la Lost amenazaba desde un futuro no tan incierto...

Dark pertenece a un grupo de series del que “Lost” es su epítome desgraciado. Un subgénero en el que la tensión y la atención se traccionan desde el final: se plantea una historia con huecos, incongruencias, cosas que no cierran. Pero el espectador continúa viéndola bajo la promesa de que al final, todo se explicará. “Dark” no decepciona: la resolución es inteligente, apropiada.... y de una manera original salda todas las incongruencias.

En el último capítulo de la segunda temporada se establece la existencia de un mundo paralelo. En ese momento tuve la certeza de que se lo iba a explicar a partir de aquel concepto de “Volver al Futuro”. Pero si se intenta aplicar a “Dark” la idea de que cada viaje al pasado genera un mundo paralelo, mnnn...: la cantidad de mundos paralelos se volvería incuantificable. ¿De cuál de ellos provenía la “Martha B” que se nos presenta en ese último capítulo? ¿Cuántas otras Martha podría haber? ¿Cuántos Jonas?




Afortunadamente, la explicación no vino por ese lado. De hecho, durante los primeros capítulos se lo plantea de manera axiomática: el Mundo B existe, y ya. Y por alguna razón, el Mundo A y el Mundo B se han cruzado. Más adelante se nos explicará la razón de ese cruce: el “Sin Nombre”, un personaje que por haber sido engendrado por Jonas y “Martha B”, su sola existencia implica el vínculo entre los 2 mundos.

En este mundo B, los acontecimientos y las personas están ligeramente cambiados, como corresponde (“millones de mariposas...”): No existe Jonas. Mikkel no ha de viajado en el tiempo (de ahí la imposibilidad de que exista Jonas). Katerhina está separada (infelizmente). Regina murió hace años (de cáncer)... Peter no es psicólogo, y es cura (pero en ambos mundos parece tener la misma preferencia sexual). Hannah está en pareja con Urlich (quien en este mundo tampoco le dice que la ama). Y también hay viajeros del tiempo, con lo cual la complejidad del entramado de acontecimientos de este otro mundo se vuelve también insondable.

Esa complejidad creciente me generó cierto hastío con el correr de los primeros capítulos de esa última temporada: Cada vez más gente viajaba en el tiempo, cruzaba de un mundo a otro, un personaje nacido en 1950 pare a otro nacido en 1920... Encima, más adelante se incorpora el concepto de que en cada encrucijada, hay dos resoluciones posibles (Martha B se encuentra con Jonas / Martha B evita encontrarse con Jonas). Se había planteado el concepto de tiempo circular (“el principio es el fin, y el fin el principio”) pero: ¿cuando empezaba el ciclo? A medida en que la serie se desarrolla, suceden escenas que se remontan cada vez más atrás en el pasado: en la 1º temporada se retrocede hasta 1953, en la 2º, hasta 1920, y en la 3º hay escenas datadas en 1880... ¿Y cuáles son los límites espaciales de ese nudo: comporta solamente a Winden, o es un universo completo el que se replica y repite sin cesar? Sinceramente no sé hasta qué punto la serie es rigurosa con esas implicancias. Ni siquiera me animé a intentar chequearlas. Resultaba una tarea abrumadora...Y es entonces donde la resolución que propone la serie es... cuando menos liberadora: porque en realidad, NO IMPORTA LA COHERENCIA INTERNA DE ESOS 2 MUNDOS, NO VALE LA PENA ESFORZARSE EN CONSTATARLA.

En el 7º capítulo nos enteramos que esos 2 mundos son alternos a lo que podríamos considerar el “Mundo Real” (aunque nunca se lo nombra así). Y que un experimento que Tannhaus realiza allí, en 1986 para viajar al pasado y salvar a su familia de una tragedia sucedida en 1971, fue lo que los generó. Por lo tanto, no son más que una especie de Limbo, una suerte de Aberración Bifronte (¿las imágenes simétricamente caleidoscópicas del openig?), la cual no tiene por qué ser escrutada con las reglas de la lógica del mundo real. Suspensión de la incredulidad: cualquier cosa puede suceder en esos mundos y entre ellos. No vale la pena ponerse severo... Recordé “Mulholland Drive”: durante la primera mitad asistimos a una historia extraña, con varias situaciones inentendibles, con huecos narrativos, y nunca terminamos de entender realmente que está pasando... Y luego nos enteramos que lo que acabamos de ver no es otra cosa que un sueño de la protagonista (cuya historia real se nos cuenta en la segunda mitad), y que por lo tanto no tiene sentido esforzarse en tratar de entender, de llenar los huecos... No hay lo que entender: es un sueño, y los sueños...



Pero volvamos a “Dark”. Recién en la última escena asistimos al Mundo Real. Allí no están quienes no pueden estar: básicamente todos los descendientes de Tronte Nielsen (ya que él es el fruto del amor entre Agnes Nielsen y el “Sin Nombre”). Por lo tanto no existe Urlich, y por lo tanto no existen sus hijos, Magnus, Martha y Mikkel, y por lo tanto no existe Jonas. Y en ese Mundo Real, Katherina está felizmente sola... Regina no es hija de Tronte, sino de Bern Dopler. Y en ese Mundo Real, Regina no tiene cáncer... Peter no está casado con Charlotte (ya que ni ella ni su hija/madre Elízabeth existen, porque ese “nudo” solo existe en el Limbo-Aberración). Y en ese Mundo Real, Peter si puede vivir plenamente su sexualidad... Hannah no está casada con Urlich ni con Michael (ya que ninguno de los 2 existen), pero está en pareja con Torben Woller. Y en ese Mundo Real, Torben si le dice que la ama... Amo los finales felices en los Mundos Reales de la Ficción.

En un capítulo de la 2º temporada, Eagon Tideman le dice a su hija Claudia, en 1987 “¿Te acordás de la película del chico que viaja al pasado en un De Lorean?, Bueno: creo que eso en verdad existe” Pero claro, resulta que Eagon lo está diciendo en el Limbo-Aberración, y ya sabemos que todo lo que allí se afirme no resiste demasiado análisis.

Me gusta pensar a la alemana “Dark” como la respuesta Determinista (algún personaje dice “no hacemos lo que queremos: somos fracciones de un todo”) a la norteamericana “Volver al Futuro”, una película Positivista (cualquiera puede modificar su vida, es solo cuestión de proponérselo) y Capitalista (La realización personal de George en el mundo nuevo se denota por su éxito económico / La relación amo-esclavo con Biff no se anula: se invierte).

Dark parece decirnos: En este Mundo Real no se puede viajar al pasado, las consecuencias pueden ser graves. En este Mundo Real la cadena causa-efecto es retroactivamente inamovible. Y, hacia el futuro (que es lo que importa), en este Mundo Real hacemos lo que podemos con nuestras vidas, sabiendo secretamente que, en definitiva, no somos más que esclavos del impredecible aleteo de millones de mariposas...


jueves, 2 de julio de 2020

Cautivos del amor

Aterrizaje de emergencia en tu corazón (Netflix)


La previa


Por recomendación de Julia Mengolini y Federico Vázquez entramos a la serie, y tal como predijeron, quedamos cautivos del amor entre Se-ri y el capitán Ri, se trata de una serie de 16 capítulos cada uno de una duración de una hora y diez minutos aproximadamente. Es un formato extenso, que se corresponde a la novela, contiene epílogos que hacen un resumen del capítulo con fotos congeladas y comprimen un adelanto del siguiente episodio con el mismo sistema, un detalle formal que está bueno.






La historia


Uno de los tópicos del cine coreano: un amor imposible entre una surcoreana rica y un soldado norcoreano. Ella es una empresaria exitosa, con una familia de importante posición en Seúl, sus hermanos la envidian un poco. Él, es hijo de un alto mando del ejército y perdió un hermano en una situación poco clara, se trata también de un militar. El regreso de Se- ri se hace cada vez más difícil y el capitán Ri tendrá sus aventuras en Corea del Sur, un recorrido que propone visitar las dos Coreas.






El relato


Tenemos un poco de todo, romance, persecución, tiros, espías, y por supuesto la infaltable escucha detrás de una planta del patio para descubrir un secreto a voces. Las locaciones son variadas, tanto interiores como exteriores, desde puentes colgantes en los alpes suizos hasta pueblos sencillos de las afueras de corea del norte. Es un elenco grande, si bien los dos personajes principales están centrados en la pareja protagonista, Yoon Se-ri (Ye-jin Son) el capitán Ri Jeong hyeok (Hyun Bin) se despliegan muchos personajes secundarios que realizan muy buenos papeles, desde los compañeros del capitán Ri hasta la familia de Se-ri todos tienen su desarrollo.


Se- ri  realiza un viaje en parapente, una tormenta imprevista hace que cruce la frontera y caiga en Corea del Norte, los soldados que están cuidando la frontera en esa zona son una cuadrilla a cargo del capitán Ri que esa misma semana termina con su trabajo en la zona de frontera. 




A partir de la situación misma de estar en la frontera el capitán Ri planea diferentes estrategias para regresar a Se-ri a su país, por agua, mediante una competencia deportiva, pero siempre algo sucede y no puede concretarse la misión, es por eso que Se-ri vive en la casa del capitán, en el pueblo. La presidenta del barrio Na Wolk sook (Sun young Kim) que junto a un grupo de mujeres coordinan las tareas cotidianas no tarda en detectar la presencia de Se-ri en la casa del capitán Ri, por el que todas suspiran. La postal del pueblo comunista, es bien trillada, se corta la luz muy seguido, hay cartilla de racionamiento, mercado negro para productos importados etc. De todas maneras la interacción hace que se puedan contar con humor tanto las peripecias del comunismo como las del capitalismo.


La segunda pareja que protagoniza esta historia son Seo Dan (Ji hye Seo) y Goo Seung -joon ( Jung-hyum-Kim) son las parejas que no fueron para Se- ri y el capitán Ri, y luego de cruzarse en diferentes ocasiones que van surgiendo un poco de la mano del paso de comedia de enredo un poco del melodrama, se enamoran.




Es cierto que los capítulos son largos, pero valen la pena, tienen acción, melodrama, variedad de locaciones a nivel internacional,  se desarrollan y se da cierre a cada uno de los personajes, así sea absolutamente secundario, como la vidente contratada por la madre de Seo Dan, Go Myeong- eun (Hye jin- jang) nada menos que la terrible madre de la familia de Parásitos ( Boon jo ho,2019)  ganadora del Oscar 2020.

Las aventuras que vive la cuadrilla del capitan Ri en Seúl son un tanto ingenuas, aún pensando en que los contactos de la familia de Se- ri sean muy contundentes, la forma de contar sobre el impacto del capitalismo en los campesinos norcoreanos es un tanto naif, al igual que el hecho de que Se-ri se convierta en una empresaria sensible luego de vivir en Corea del Norte, pero son detalles que se pueden dejar pasar.


La veo o no la veo


Estamos en cuarentena y es un muy buen programa, no pude verla tan rápido como los colegas que la recomendaron, pero es encantadora y compacta.