lunes, 2 de marzo de 2020

Heroínas frías



El escándalo (Jay Roach 2020)


La historia
Cuenta la historia real del caso de abuso sexual dentro de la redacción de la cadena televisiva Fox Chanel, a partir de las historias de tres mujeres que se animaron a denunciar a su jefe, el fundador de la cadena, un magnate poderoso llamado Roger Ailes, interpretado por un John Lithgow engordado mediante prótesis, un excelente trabajo por el que la película obtuvo un Oscar.

El relato
El relato desarrolla el caso en toda su complejidad a partir de los puntos de vista de tres mujeres y mediante una estética de falso documental, con la cámara como testigo de los acontecimientos al interior del edificio de la Fox.

Charlize Theron encarna a Me
gyn Kelly, conductora televisiva de la cadena, personaje para el cual la actriz llevó unas prótesis faciales con el que logra el parecido físico. Megyn batalla frente a las cámaras contra la desigualdad de género, cuestionando por sus comentarios misóginos y durante la campaña presidencial nada menos que a Donald Trump, el candidato del medio para el que trabaja. La presión mediática y social que se desencadena a partir de ese hecho la desbordan y termina abandonando la pelea. A partir de la denuncia de abuso, se construye una intriga al rededor de la relación que tiene con Ailes.


Nicole Kidman interpreta a Gretchen Carlson, la conductora que hizo la denuncia de abuso sexual. Lo que ella presenta como prueba son una serie de comentarios registrados en su cuaderno, grabaciones o videos de sus programas, donde se evidencia que el machismo y la estigmatización son moneda corriente tanto detrás como delante de cámara. Ella hace su jugada cuando la despiden de la emisora luego de incorporar un segmento con contenidos feministas, pero para que la denuncia progrese necesita que aparezcan otras víctimas que se sumen a la causa.

Margot Robbie encarna un personaje absolutamente ficcional, Kayla Pospisil, quien busca la forma de posicionarse como la nueva conductora del canal y cae en las garras de Ailes, es la última víctima antes de su caída. La escena de la entrevista resulta demasiado explícita y no hacía falta entrar en el detalle. 

Se suman al reparto en roles secundarios Allison Janey y Kate McKinnon, que transitan junto a las protagonistas y otras tantas mujeres por los pasillos, oficinas, camerinos, lugares donde se posa una cámara omnisciente registrando el ambiente que se palpita antes y después del estallido. Cada una de ellas cumple un rol en ese clima de violencia laboral de género. Megyn no puede hacerse cargo de la contradicción, Gretchen es quien se enoja y da batalla, Kayla se resigna y está a las puertas de un largo camino de sumisión, otras optan por la indiferencia, llorar, poner su fuente de trabajo por sobre todo lo demás, prejuzgar, ser cómplices.



Llama la atención la excesiva discrecionalidad con que se mueven estos personajes femeninos a lo largo de todo el relato. La absoluta falta de empatía entre ellas es llamativa, operan siempre de forma individual, si buscan apoyo no logran convencer y en ocasiones hasta dejan de hablarse

El guionista Charles Randolph ya desde La gran apuesta (McKay, 2015) trabaja con acontecimientos trascendentes de la historia reciente norteamericana, indagando en aquel caso los detalles de la corrupción del mercado financiero que llevaron a la enorme crisis hipotecaria de 2005. Con El escándalo exploró el detrás de escena del suceso que antecedió al movimiento Me too, y cuya fecha de estreno en EEUU fue casi simultáneo al juicio a Harvey Weinstein, importantísimo productor de Hollywood que finalmente fue condenado.  

La veo o no la veo
Si te interesa conocer los detalles de este escándalo de la televisión norteamericana, si te interesan las historias de mujeres que luchan contra la violencia de género, te puede gustar.






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