domingo, 29 de julio de 2012

Reseña No habrá paz para los malvados (Enrique Urbizu, 2011)


No habrá paz... para los extranjeros.


La Previa



MADRIDCINE es una muestra del nuevo cine madrileño que toma lugar año por medio en el Gaumont. Se trata de un espacio de intercambio de películas nacionales que no llegan a su estreno comercial, organizado por INCAA y la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid. Gracias a estos convenios, el año pasado los españoles han tenido la oportunidad de ver en ARGENCINE Aballay, el hombre sin miedo, y nosotros en 2010 pudimos ver Celda 211, un thriller de acción sobre un motín en una cárcel y un policía de incógnito, película altamente recomendable. En aquel momento nos había gustado tanto el filme, que tuvimos que inventar una muestra para poder proyectarlo una vez más. No podemos explicarnos aún porqué ese peliculón no llega a las grandes salas. 


En fin, el convenio sigue en pié y este año volvimos al MadridCine para ver No habrá paz para los malvados. Nos había encantado el título y además sabíamos que había ganado varios premios Goya. 

Llegamos al cine sólo quince minutos antes de la proyección, una señora nos aborda en la boletería para regalarnos una entrada que le sobraba y apresurarse a hacer la cola para entrar a la sala 1, que ya estaba habilitada. Lamentablemente ya habiamos sacado nuestras entradas y no pudimos aprovechar esta posibilidad de ahorro. Con una entrada de más en nuestro poder, buscamos rápidamente otro destinatario para el boleto y nos dirigimos a la fila para entrar. 

 

La historia


Un inspector de policía, en una noche de excesos, comete un triple crimen en un prostíbulo de la ciudad. Mientras borra toda huella que lo incrimine, encuentra un testigo pero se le escapa, y en la búsqueda para eliminarlo termina descubriendo una organización terrorista. En paralelo, una jueza investiga el triple crimen.

El relato


No habrá paz para los malvados es muy buena desde el aspecto técnico, la fotografía es excelente al igual que la puesta en escena. Es un policial que hace mucho hincapié en la tarea de la investigación a un nivel hiperrealista, las investigaciones que llevan a cabo los detectives (Santos Trinidad o los que lo investigan a él) son minuciosas y extensas y parecen tomar los tiempos de la realidad. Otro aspecto destacable, y lo mejor que tiene la película, es el trabajo de José Coronado, justo ganador del Goya al mejor actor. Su interpretación del alcohólico y violento detective Santos Trinidad es impecable y de hecho se come a los otros intérpretes como pac-man empastillado lo haría con los fantasmas.

A pesar de estos muy interesantes puntos altos, el film no termina de convencer, siendo el guión el mayor culpable.

En primer lugar, y a pesar del fantástico protagonista, Santos Trinidad no cambia. El detective es una topadora que avanza sin obstáculos hacia su objetivo, sin que nada lo haga reflexionar y sin que se le mueva un pelo. Una de las premisas más interesantes, el hecho de que él cometió un crimen y debe encubrirlo, no lo molesta ni un poco, la jueza termina quedando como una completa inútil, junto a su troupe de detectives, mientras Santos esquiva las acusaciones con una facilidad molesta. Tampoco se explota el pasado del personaje que, a pesar de ser mencionado varias veces, no tiene otra razón de ser más que la de seguir completando a Santos. Es un personaje demasiado duro, ni siquiera descubrir que el único que puede incriminarlo es parte de una célula terrorista que puso varias bombas biológicas en toda España parece conmoverlo, simplemente sigue su camino.

El resto de los personajes dan vueltas a su alrededor con más o menos participación, algunos que tienen un desarrollo importante en la primera parte del film desaparecen completamente sin aviso y otros entran de repente solo para resolver una situación anecdótica. Quizás este reflejando una realidad policiaca, los sospechosos van y vienen, pero de todas maneras hace mucho ruido en la película. De la misma azarosa manera nos enteramos de detalles de la vida de la jueza por ejemplo, que recibe un llamado de su marido y de su hija, o que Santos tiene familia en algún lado, datos completamente irrelevantes y que no tienen ningún tipo de sentido en el contexto del film.

Y de todas formas lo mas grave de la película es el pseudo-mensaje xenófobo que transmite, que se puede resumir en una simple formula:

LATINO = NARCOTRAFICANTE = FARC = TERRORISTA = TIPO CON CARA DE TURCO = DEBE MORIR


O mate un colombiano, salve a España, o bueno, muchas otras conclusiones a las que se pueden llegar cuando uno se da cuenta que, si Santos Trinidad no hubiera matado a tres colombianos al comienzo de la película, jamás hubiera podido matar a los terroristas con los que estaban secretamente asociados a través del narcotráfico. Es nefasto, en un momento nos encontramos con los padres de una chica que se caso con un musulmán y lo único que parece quedar en claro en esa situación es que si te acercas a algún extranjero no vas a ver más a tu familia. No solo eso, una de las imágenes mas repetidas es la de los terroristas muy cerca de parques para niños. ¡No dejen salir a sus hijos, pueden explotar por culpa del los extremistas!

En conclusión, el film es bastante entretenido, ver a Santos Trinidad con sus botas tejanas, tomando sin parar cubas libres casi sin coca cola y disparándole a “malos” es divertido. Solamente hay que tener en cuenta que si no sos español, muy probablemente serías una de sus víctimas.

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