martes, 3 de julio de 2012

Reseña Sombras Tenebrosas (Tim Burton, 2012)


Vampiros eran los de antes



La Previa


Día lunes, comienzo de semana, decidimos ir al Abasto porque era el día y lugar correctos: nos quedaba cerca del laburo, la entrada saldría la mitad de precio y no habría demasiada gente como los fines de semana. A pesar de ser habitués de las salas de cine, nos desayunamos cual novatos que, aún siendo lunes, la entrada salía 40 pesos sin promoción. Comprendiendo que el descuento sólo corresponde a los miércoles (y según nos dijo el boletero, desde ya hace casi cuatro años que no existe más el extendido a los lunes y martes) decidimos entrar igual, prometiendo no volver sin antes imprimir la tarjeta del club de telefonía celular.



Mientras esperábamos la habilitación de la sala, el apetito nos abordó rápidamente y decidimos saciarlo con algunos de los nefastos tentempiés que nos ofrecía el snack-bar. Luego de descartar los pringosos nachos con queso y la incómoda y poco práctica grande de mozzarella, nos decidimos por un paquete de papas de la única medida disponible, y una gaseosa “tirada” para aplacar la sed. Luego de pagar por nuestro aperitivo retomamos la fila para entrar al cine, con la desagradable sorpresa de que solo con un par de sorbos, nuestro vaso ya no contenía líquido. Echándonos la culpa el uno al otro sobre quien se había tomado todo, revisamos el interior del recipiente y nos encontramos con que todavía estaba lleno, hasta el tope, pero no de gaseosa sino de “rolitos” de hielo del tamaño de un puño. Con gran indignación le arrebate el vaso a mi compañero y me dirigí al mostrador con la intención de rellenarlo. Increíblemente, el adolescente mal pagado que me atendió, luego de mirar el interior congelado del recipiente, no tuvo otra opción mas que bajar la cabeza y llenarlo nuevamente del carbonatado y dulce líquido.  Ya satisfecha, volví a la fila justo a tiempo para escuchar la habilitación de nuestra sala.

Con suerte y con sorpresa por la concurrencia de un día lunes habíamos conseguido asientos centrales. En la sala había bastante gente. Mi compañero aseguraba que la mayoría de público femenino se debía a Johnny Depp, mientras yo comentaba que la cantidad de personajes femeninos  interpretados por bellísimas actrices era una de las cosas que me había atrapado como espectadora. Esto quizás se desprendía, deducíamos más tarde, de algún prejuicio acerca de ver “la nueva de Burton”, probablemente porque su última película Alicia en el país de las maravillas no nos había gustado del todo, y quizás con cierto temor de que la repetida fórmula Depp-Burton-Bonham Carter nos resultara un viejo conocido que, si bien valía la pena, no podría sorprendernos otra vez. Nos equivocábamos como con el día de descuento, sólo que en este caso el error era feliz.

La historia


Basada en una telenovela Británica de los años 60, Sombras tenebrosas cuenta el enfrentamiento entre Barnabas Collins (Johnny Depp) y Angelique Bouchard (Eva Green). Él, heredero de la industria pesquera con la que sus padres fundaron un pueblo, y ella su empleada doméstica, una bruja que cae profundamente enamorada de su empleador. Angelique al no ser correspondida decide vengarse de Barnabas, asesinando a sus padres, a su amada Josette (Bella Heathcote), y condenándolo a sufrir por toda la eternidad estas pérdidas en forma de vampiro, para finalmente poner en contra suya al pueblo que sintiéndose amenazado, lo entierra vivo. Dos siglos después, en una excavación Barnabas Collins es desenterrado, y deberá enfrentarse, junto a su familia de descendientes, a Angelique que se ha apropiado de la industria familiar.

El relato


Burton crea una comedia muy entretenida, con la maravillosa puesta a la que nos tiene acostumbrados, que cuenta con una excelente dirección de arte y fotografía, y una troupe actoral muy reconocida.

El preciosismo técnico se complementa con una banda sonora a puro hit setentero (con participación de Alice Cooper incluido) y una puesta de cámara grandilocuente. Burton repite el recurso de partir de un plano medio de un personaje, para terminar, luego de un extenso travelling con grúa, en un gigantesco plano general que muestra una compleja coreografía y un gran despliegue de recursos. Podemos ver estos movimientos por ejemplo cuando Angelique descubre la escena del crimen de los obreros o en todas las situaciones que se desarrollan en el Acantilado de la Viuda. Los efectos especiales están muy bien logrados sin enturbiar nunca el relato y sin adolecer de esa sensación de gratuidad que muchas veces dejan los bombardeos visuales de las películas modernas más mainstreams.

La película gira en torno al personaje de Johnny Depp, y de su lucha por quitarse la maldición que pesa sobre su cabeza. Si bien él es un monstruo clásico del terror, el acento del personaje no esta puesto en lo terrorífico sino mas bien en los pasos de comedia. Aunque, por suerte, Barnabas no se priva de actuar como un vampiro. En estos tiempos en que los vampiros cinematográficos se han vuelto productos PG 13 todo histeria y metrosexualidad, las indolentes matanzas de Barnabas son puro regocijo para el espectador.

Como mencionábamos el tono de la película es de comedia bastante ligera donde por lo general nos encontramos con chistes relacionados con la excentricidad de Barnabas Collins y sus dificultades para adaptarse a una nueva época, que no es otra que la década de los 70, en donde alguien tan raro puede pasar desapercibido. Otros personajes que también causaron carcajadas en el cine fueron los criados de la mansión Collins: un ama de llaves tan vieja que no escucha ni ve nada, y el cuidador, un empleado alcohólico que se transforma en el primer sirviente de Barnabas.

La novedad de la película radica en que el vampiro en este caso ya no está solo, con sus recuerdos, su castillo y su riqueza, sino que cuenta con una familia. Los pocos descendientes que le quedan, sienten el peso de la maldición que pesa sobre ellos y son bastante oscuros y deprimentes, tanto, que la sola aparición de un vampiro como Barnabas, termina por darles esperanza.

Por otro lado Barnabas tampoco es el villano a pesar de las numerosas muertes que causa, sino que contamos con Angelique, la sensual bruja con la que tiene una relación muy fuerte de deseo-odio, ya que es la causante de todos sus males, pero al mismo tiempo no parecen poder sacarse las manos de encima. Y en el personaje de Angelique encontramos tal vez uno de los valores más positivos de la película. El ultra histriónico personaje de Depp (burtoniano hasta la medula, creemos que a esta altura ya podemos considerarlo un adjetivo valido) participa en prácticamente todas las escenas de la película exceptuando un pequeño hiato durante  llegada de Victoria a Collinsport y su primer contacto con la familia Collins. La única razón de que el personaje de Depp no se termine “comiendo” la película es el descomunal contrapeso que representa el personaje y la interpretación de Eva Green. Una villana sexy y perversa que se merece un lugarcito en el panteón de los grandes antagonistas que Hollywood nos ha sabido entregar.

El resto de los personajes, sobre todo los femeninos, son interpretados con solvencia pero no llegan a tener un desarrollo propio, absorbidos por la dupla Barnabas-Angelique.
El guion hace un poco de ruido en algunos pasajes, sobre todo con la virtual desaparición del personaje de Victoria durante casi todo el segundo acto, o una revelación bastante forzada durante la batalla final en la mansión Collins.

En definitiva, entre fantasmas, brujas, vampiros, y otros bichos, nos encontramos con una divertida historia de una pelea que tarda 200 años en resolverse, nada muy especial, pero que definitivamente vale una entrada de cine. Esperemos que el éxito acompañe a la película para poder ver la secuela que se promete en el final de la misma, y que en esta oportunidad veamos mucho mas de la familia Collins y un poco menos de su avasallante antepasado.

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