martes, 9 de octubre de 2012

SITGES: Motorway (Soi Cheang, Hong Kong 2012)


Sube a mi voiture


La previa


Función en el Auditori. Tiempo justo, así que el almuerzo queda para después de la proyección. En la cola nos enteramos que luego de la película el productor, el director y la estrella de la película darían una conferencia de prensa, lo cual nos alegra aunque retrasa un poco más nuestro almuerzo.

La sala contaba con buena cantidad de gente aunque estaba lejos de estar llena y el público se mostró muy entusiasta con el equipo de la película que se encontraba allí y subió al estrado a hacer las presentaciones.

La proyección fue en 35 mm, la primera de las que pudimos ver en el festival. Gran marco para ver desenvolverse ante nosotros  la nueva ola del cine chino de acción.




La historia


Dos policías de transito (Anthony Wong y Shawn Yue) se enfrentan a un temible criminal que se vale de sus excelentes dotes como conductor automovilístico para llevar adelante delitos. Durante el devenir de la acción se revelaran antiguos conflictos no resueltos mientras que la pareja de policías evolucionara hacia una  relación de mentor y aprendiz con todos los componentes imaginables del clasicismo de películas de parejas de policías.


El relato


En todas los comentarios que se pueden leer sobre la película ineludiblemente se la compara con películas tan disímiles como son Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) y la saga Rápido y Furioso. Motorway tiene algo de ambas y les difiere bastante.

Como se mencionaba al principio es más una película de mentor y aprendiz  que no desentonaría en un western si cambiamos los autos por revólveres. Su estructura es clásica y bien construida y las buenas actuaciones le dan solidez a todo el conjunto.

Le película se filmo en 35 mm y según contó el director en la conferencia de prensa lo hizo de esta manera para reproducir la textura de las películas que veía cuando niño. La película esta bellamente fotografiada y destila estilo en cada plano destacándose los complejos juegos de luces y sombras en las dos escenas más importantes de la película, la persecución en la montaña y la escena del estacionamiento.

El director se desenvuelve cómodamente y logra generar tensión y suspenso sin tregua resolviendo un tema tan trillado como las persecuciones automovilísticas de maneras siempre originales. 

Por momentos los autos se vuelven apéndices de los protagonistas, sintiéndose el duelo final entre choques de autos como una pelea a puñetazos. Según palabras del propio director esta fue la búsqueda que se planteo con el coreógrafo de la película, que las peleas entre autos fueran prácticamente boxeo.  

Una película correcta y muy entretenida que se desenvuelve sin sobresalto entre diferentes géneros.

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