viernes, 12 de octubre de 2012

SITGES: The viral factor (Dante Lam, Hong Kong 2011)


Perdón viejita


La previa 


Estuvimos dando vueltas por la playa y el pueblo desde la mañana, ya que por un percance nos fijamos mal el horario y llegamos tarde a la primera función que queríamos ver. Almorzamos algo en el espacio Brigadoom (donde se proyectan las maratones nocturnas) y rumbeamos para el cine del Retiro donde hay un bar muy pintoresco tomamos una cervecita Estrella bien fría y a la cola para ingresar a la sala.

Era hora de ver una película de otro de los grandes renovadores del cine de acción hongkones, Dante Lam. Su contemporáneo Soi Cheang había presentado Motorway hace unos días y teníamos una justificada expectativa.



La historia 


Dos hermanos separados en la infancia, volverán a encontrarse veinte años después. Uno, Jon  Yeung (Nicolas Tse), sale de la cárcel, tiene una hija y ha vivido siempre con su padre, el otro es policía, Man Yeung (Jae Chou), ha vivido siempre con su madre y ha sufrido un trauma en una reciente pérdida.

Juntos deberán enfrentarse a una conspiración que pretende esparcir un virus modificado de la viruela en el mundo al tiempo que recomponen su relación familiar.



El relato


The viral factor es una película  de acción constante tiroteos, escapes, corridas en autos por edificios y hasta persecución en helicóptero. Al mismo tiempo la trama está atravesada por un melodrama de madre muy similar a los culebrones latinoamericanos, o  las películas de Libertad Lamarque.

Ambos hermanos deberán salvar al mundo mientras resuelven su vida familiar y saldan sus cuentas personales, poblando la película de secuencias altamente melodramáticas que por momentos vuelven el metraje un poco denso.

Filmada con grandilocuencia, la película recorre diferentes locaciones en distintos lugares del globo, yendo desde Jordania hasta Malasia con ese espíritu a lo Bond de recorrer la mayor cantidad de mundo posible entre tiroteo y tiroteo.

Así como el melodrama es excesivo, también lo es el apartado de la acción. Tiroteos altamente coreografiados, persecuciones en todo tipo de vehículos, combate cuerpo a cuerpo, todo resuelto con pericia y mucha imaginación por parte de la realización. 

Una cierta superposición de subtramas hace que algunas lineas queden poco resueltas, en especial una que refiere a la relación de Man con uno de sus compañeros de la policía con el cual pareciera haber una disputa amorosa. 

Una película efectista de todas las maneras imaginables que busca la emoción y el entretenimiento con todas las armas de las que dispone. Música sensiblera  para las escenas de drama, actuaciones desbordadas, estetizaciones constantes de la violencia y la acción, etc.

Una película a la que no se le puede dar demasiadas vueltas, la cual no por tener momentos flojos deja de ser tremendamente entretenida y se deja la piel para entregar lo que promete, una tormenta de sensaciones.

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