La rosca es más poderosa que la espada
La previa
A pura fuerza de voluntad arrastramos nuestro cerebro torturado por el jet lag hasta la sala del Auditori. La monumental sala (alrededor de 1500 butacas) se encuentra dentro del Hotel Mellia, sede administrativa del festival que se ubica a unos 10 minutos a pie del centro de la ciudad.
Con el tiempo justo decidimos comernos algo en un puesto armado frente al cine. El combo que elegimos recibía el simpático nombre de “Hamburguesa Zombi” y cuando nos lo entregan descubrimos que esta terriblemente cruda, no nos detuvimos a averiguar si esto era por un apego desmedido al concepto del nombre o pura desidia, había mucha hambre y poco tiempo.
En la sala había bastante gente, aunque se estaba lejos de colmar la capacidad de la misma. La proyección fue digital e impecable siendo lo único negativo el hecho de que el doble subtitulo (español, ingles) resultaba confuso ya que no se desarrollaban ambos a lo largo de toda la pantalla sino uno en cada extremo.
Las mullidas butacas, mucho más confortables que las del avión que nos trajo hasta aquí conspiraron para arrastrarnos al sueño durante toda la película. Después de tantos años, expectativas e ilusiones vimos nuestra primer película en el festival de cine fantástico más importante del mundo. Esta es nuestra humilde reseña.
La Historia
Ik-Hyun (interpretado por Choi Min-Sik) es un despachante de aduanas corrupto y campechano que terminara cruzándose por error con un poderoso gangster que resulta ser familiar lejano suyo.
Valiéndose de sus contactos políticos Ik-Hyun ayudara a ascender a su mafioso familiar durante la edad de oro del crimen organizado coreano en la segunda mitad de los años 80.
Lealtades familiares, corrupción y violencia se irán sucediendo en esta turbulenta historia hasta la conclusión durante la cruenta guerra que le declara el gobierno coreano al crimen organizado en el año 1990 durante la cual se valdrá de métodos aun más ilegales que los de la mafia misma para combatirla.
El relato
La única manera de empezar a hablar de esta película es hablando de Choi Min-Sik. Este descomunal actor que salto al estrellato internacional con su interpretación en Old Boy (2003), en esta oportunidad, al igual que en todas las películas en las que lo hemos podido disfrutar, deja literalmente todo.
Engordado considerablemente para el papel, Min-Sik compone a un pusilánime peligroso, llorón y cobarde pero siempre atento a buscar la más mínima ventaja y explotarla en su favor. Deslumbra en cada escena y su interpretación se vuelve más sorprendente si se lo recuerda de otros papeles suyos, como puede ser que el patético Ik-Hyun sea la misma persona que el extremo Ho Dae-su (su personaje en Old Boy) o el sádico asesino de I saw the Devil (2010).
Fotografiada hermosamente y con una ambientación de época de lo más cuidada, la película entrega algunas de las escenas de transición más memorables de la historia del cine de mafias.
Bebiendo directamente del cine de Scorsese la película recuerda estéticamente por momentos a películas como Buenos Muchachos (1990) o Casino (1995) aunque en su planteamiento difiere bastante del enfoque que le dan estas a las relaciones de poder dentro de la mafia. El protagonista de la película es básicamente un puntero político que se vale de los contactos, los favores y las intrincadas relaciones familiares de la sociedad coreana para conseguir ventajas, comprar voluntades y caer siempre bien parado. A diferencia de las películas norteamericanas, en donde los estamentos corruptibles del estado son únicamente los policías, en Namless Gangster podemos ver ensuciarse las manos desde fiscales hasta ministros y como la lucha contra el crimen se vuelve directamente criminal en más de una oportunidad.
Drama familiar, thriller político, viscerales explosiones de violencia a palazo y cuchillada limpia, hiper estetizadas secuencias gangsteriles, son algunas de las cosas que se pueden encontrar en Namless Gangster, una película a la que fácilmente se le podría colgar el cartel de “la Buenos Muchachos coreana” aunque se estarían quedando cortos y tal vez un poco corridos de eje.
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