domingo, 18 de noviembre de 2012

Demonios (Lamberto Bava, 1985, sección: Revisiones)


Y me fui al cine a ver una de terror…


La Previa


Última película del día, la fiaca nos había tomado de rehenes y debimos apresurar el paso para no llegar tarde a la sala 1 de los cines del shopping Los Gallegos. Legamos a las 00:20hs., cumplimos con los 10 minutos mínimos de antelación reglamentarios (reglas propias, no del festival) y la fila era larga, parece que el terror bizarro, o de los 80 (década bizarra en si misma, en términos de moda al menos) atrae bastante gente, especialmente jóvenes. De hecho tan jóvenes que vimos un episodio que no veíamos hace 10 años, la cortadora de boletos no dejó que unos purretes de no más de 15 años entraran a ver una película calificada para mayores de 18. Cosa rara porque no iban a ver nada que no hayan visto ya en internet o en lo de Tinelli, pero las reglas son las reglas y debieron esperar afuera al menos hasta que un adulto responsable, tutor o algo, diera el visto bueno en la boletería.

Finalmente ingresamos y a pesar de la sala llena, y principalmente gracias a que hay gente que siente aversión a sentarse con menos de dos asientos de distancia a otra persona, conseguimos asientos justo en el medio, nos acomodamos y luego de otro de los coloridos y simpáticos spots con famosos varios, comenzó la película.



La Historia


Dos amigas deciden saltearse una clase en la universidad para ir a ver una película sin nombre a un cine nuevo y oscuro que no habían visto antes, con unas invitaciones que les dio un hombre extraño en el subte. Una vez allí, ellas y el resto de los invitados serán víctimas de una misteriosa maldición que involucra sangre y muchas otras cosas repulsivas.


El Relato


La película es una joya, Lamberto Bava nos brinda el mejor tipo de terror, entretenido, divertido, no da tanto miedo quizás porque estamos acostumbrados a horrores peores, pero en el ’85 debe haber cosechado sus gritos.

Ya desde la secuencia de títulos nos introduce en el universo que vamos a presenciar, para nosotros la clave es la época, podemos ver en el subterráneo italiano como la genta viaja despreocupada, se mezclan los oficinistas y gente mayor con jóvenes punk con peinados extravagantes aros y cadenas. Y en el medio se encuentra nuestra protagonista, una estudiante que parece temerle a estos sujetos extravagantes, pero mucho mas a una figura que se refleja en las ventanas del vagón. Figura que cuando ella baja en la estación, quedando totalmente sola, aparece y le entrega una invitación para una película sin nombre. Así comienza el film y lo genial es que no para de crecer hasta llegar a proporciones descabelladas.

Casi todo se desarrolla en el cine Metropol, un lugar que parece haber salido de la nada y que nadie parecía conocer. Esa conexión que hay al estar sentado en una butaca mirando una pantalla, viendo como los protagonistas hacen exactamente lo mismo, es muy fuerte, incluso con el desfasaje temporal. Uno se identifica profundamente con los personajes y empieza a reconocer experiencias reales, como la pareja que va a besuquearse en lugar de ver la película, la gente que no para de hablar y tantos otros que hemos mencionado en este mismo blog.

 Y están viendo una de terror, una que cuenta como los demonios toman el mundo, y en la sala del Metropol se repite esa misma historia, una mujer de color, que además es prostituta y también fuma marihuana, es la primera en convertirse en uno de estos monstruos desagradables. Como no podía ser de otra manera, en una película tan clásica como es ésta, los primeros en caer son siempre los pecadores: adúlteros, drogadictos, proxenetas, todos ellos son los que merecen esta maldición. Esto es lo más criticable del film, pero es terror clásico, es esperable.

Los monstruos son otro punto alto, altísimo, en Demonios. Al estar tan lejos de la era digital, los seres repulsivos en los que se transforman las personas están hechos con efectos de maquillaje, muñecos, prótesis y otros tantos recursos de la vieja escuela. Los dientes de una mujer se caen para dar lugar a unos colmillos deformes en una de las transformaciones, y esta perfectamente realizado. Casi todos mueren de formas distintas, o mejor dicho les arrancan pedazos distintos y todo es muy tangible, no hay efectos berretas de computadora, el día de hoy ya casi no hay artesanos que puedan hacer cosas así.

En definitiva Demonios es una muy buena película, todo el tiempo querés saber que va a pasar después, como va a morir el siguiente, con que idea descabellada saldrán de esa situación. Y el final es algo memorable, es enigmático, abierto, depresivo y gracioso, todo al mismo tiempo. Film llamativo como pocos, un gran punto a favor para el Festival.

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