Día de conferencias. Temprano a la mañana nos acercamos
a la sala de prensa para asegurarnos lugar en la master class que brindara Juan
José Campanella la cual suponíamos convocaría mucha gente. Mar del Plata
amaneció húmeda y bochornosa, con un cielo nublado lleno de presagios de
tormenta. Una vez en la sala de prensa se nos explico que la concurrencia a la
conferencia es por orden de llegada y con presentación de la acreditación. El
evento se llevaría a cabo en una nueva sede que se sumo al festival, el Teatro
Roxy.
Decidimos también concurrir a la charla presentación del
nuevo libro del periodista y director Nicanor Loreti (ganador de la competencia
argentina del festival del año pasado por su película Diablo) “Carretera al
infierno: La historia detrás de Near Dark. Su horario nos quedaba un poco
encimado con la conferencia de Campanella pero aspirábamos a concurrir a ambas.
En el apartado cinematográfico reservamos entradas para la citada Near Dark
(Bigellow, 1987), película vampírica de culto de los ochenta que viene siendo
como una caricia al alma en tiempos de tanto vampiro metrosexual y Juan muereal final (Coscarelli, 2012) bizarreada indescriptible que nos había dejado con
ganas allá en el festival de Sitges.
Llegamos al Roxy con bastante margen y resultamos ser
unos de los primeros. La sala donde se
realizó la conferencia era muy grande y a pesar de que concurrió una buena
cantidad de gente estuvo lejos de llenarse. Campanella se presentó con dos de
los directores de animación de su nueva película Metegol. La charla fue de lo más
interesante y versó sobre las técnicas de animación de la película, los
esquemas de organización del trabajo y de la adecuación que tuvo que realizar
Campanella debido a nunca haber trabajado en animación con anterioridad. Acompañando
la charla se proyectaron adelantos exclusivos de la película y diversos vídeos sobre la manera en que se trabajó con los actores que aportan las voces de los
personajes.
Otro punto alto de la conferencia fue la presencia del
presidente del Festival, el inagotable José Martínez Suárez. Martínez Suárez
fue profesor de Campanella en su juventud y se nota entre ellos una química y
un afecto muy palpables. Llegado un punto la charla se convirtió en una charla
personal entre ambos que no tuvo nada de desperdicio, repasaron los comienzos
de Campanella, sus primeras películas y como influye su experiencia previa a la
hora de encarar un proyecto de animación. Lamentablemente el presidente del
Festival tuvo que continuar su periplo en otras actividades y la tan
interesante charla debió ser interrumpida.
Luego de la partida de Martínez Suárez sobrevino la
parte menos satisfactoria de la conferencia, las preguntas del público.
Situación incomoda y difícil de controlar, rápidamente las preguntas se
tornaron repetitivas y muchas veces rayaron la psicopatía, como la señora que
quería a toda costa que Campanella le pase un mail para que ella le acerque sus
“ideas y guiones”. Las preguntas se sucedían y el cansancio del panel y de los
espectadores era evidente, las organizadoras lejos de poner un punto final, se
respondieron preguntas durante más de 1 hora y media, se sumaban a las
preguntas dándose aires y preguntando gansadas. Por cada pregunta que arrojaba
una respuesta interesante el panel era sometido a 10 incoherencias. Pronto se
anheló la presencia de Martínez Suárez y la posibilidad de gozar de un
moderador que lleve adelante la charla
con interés y pericia. Fue el mismo Campanella quien tuvo que dar por terminada
la conferencia ante la posibilidad certera de que las organizadoras lo
sometieran ad eternum a las mismas preguntas y a las escalofriantes
disquisiciones del público.
La charla se prolongó tanto que no pudimos concurrir a
la de Loreti, por suerte para nosotros la charla se canceló debido a la
imposibilidad del autor de llegar a horario para la misma.
Concurrimos a las dos películas que habíamos reservado y
las disfrutamos grandemente. Tarde y con la tormenta casi sobre nosotros nos
retiramos a dormir para juntar un poco de fuerzas para la próxima jornada que
seguramente seguirá sin defraudarnos.
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