miércoles, 7 de noviembre de 2012

Reseña 007: SKYFALL (Sam Mendes, 2012)


Agitado, no revuelto



La Previa


Viernes a la noche, horario bien tarde, 22:50 hs., llegar temprano salteando el panqueque salado para ir directamente al dulce en Carlitos, todo con la esperanza de no tener que luchar con una multitud de personas por entrar al cine. Esperanza, por supuesto, totalmente infundada, solo un acto de fe. El día siguiente al estreno de un tanque como James Bond, se deben esperar largas filas y cines llenos. En cualquier caso, aprovechando el 2 por 1 de la tarjeta Galicia en la cadena Cinemark, mis colegas y yo entramos a la sala. Conseguimos asientos bastante aceptables y luego de una catarata de publicidades y un par de trailers, entre los que se destacaron El Hombre de Acero y El Hobbit, comenzó la película.


La Historia


Roban al servicio de inteligencia británico una lista que contiene las identidades de todos los agentes activos infiltrados en células terroristas. Es el trabajo de James Bond recuperar esa lista y encargarse del villano que la birló.

El Relato


Bond, James Bond, vuelve con todo en la vigesimotercera (23) entrega de la franquicia, la tercera con Daniel Craig en el papel del seductor y, en esta última etapa, bastante recio agente secreto.

El film comienza con una secuencia de acción vertiginosa que recorre los mercados de Estambul, ciudad que parece haber hecho un combo cinematográfico, ya que es central en otras dos muy buenas películas como Argo (Ben Affleck, 2012) y Búsqueda Implacable 2 (Olivier Megaton, 2012). Escena de persecución  que da paso a la clásica presentación con los títulos, esta vez con música a cargo de la talentosa cantante Adele, que presenta un tema musical extraordinario con el que nos lleva a las primeras películas de Bond, allá donde Sean Connery hacia de las suyas con Honor Blackman (Pussy Galore, Goldfinger) o Ursula Andress (Honey Ryder, Dr. No).

Y de eso se trata esta película, mas allá de la lista de agentes que Bond debe recuperar, que es bastante anecdótico, y del interesante y vengativo villano, interpretado magníficamente por Javier Bardem, lo que deja en claro el film, es la ruta que tomará la franquicia. Ya no se trata de modernizar, actualizar o aggiornar a Bond, ahora se vuelve a las bases. Con cada minuto que pasa, más atrás en el tiempo vamos, en todos los sentidos. De armas súper tecnológicas a escopetas de cacería, de Shangai con sus carteles de neón gigantes, a Escocia y sus casas de piedra. Y no solo eso, constantemente somos devueltos a los primeros largometrajes de 007, ya sea a través de frases clásicas transformadas en acciones, una barwoman agita fervorosamente un Martini antes de servirlo, a lo que Bond responde “perfecto”; o trayendo de vuelta al Aston Martin DB5, con todos los chiches con los que enfrentó a Goldfinger, desde el asiento eyector, hasta las ametralladoras. Incluso una de las publicidades del cine, la de la cerveza del envase verde, nos hace atravesar varias películas de la franquicia.

Sam Mendes, un director que nos tiene acostumbrados a films dramáticos, aquí logra un buen balance entre acción, suspenso y las escenas más personales de los personajes que involucran los pasados tanto de Bond como de M. La fotografía merece una mención ya que es increíble, con luces bajas el director de fotografía logró climas profundos, como una de las escenas finales solamente iluminadas con fuego y linternas. También logró muy buenos contraluces, dejando que las siluetas llevaran el ritmo de la acción.

Las actuaciones de Daniel Craig (Bond) y Judi Dench (M) son correctas, ellos llevan la acción y representan la “vieja escuela” del espionaje, todo el tiempo los tratan de obsoletos y anticuados y ellos refuerzan la tesis de volver a las bases. La participación de Ralph Fiennes esta muy bien, lo mismo que Ben Whishaw en el papel de un joven e informatizado “Q”. Pero realmente el que se lleva los laureles es Javier Bardem, con la excelente interpretación de Silva, un villano calmo y encantador, pero que constantemente genera cierto miedo e intranquilidad, el encuentro de Bond con Silva es de las mejores escenas de toda la película.

En definitiva, Skyfall es una excelente película de acción, pero si gustan de la franquicia de 007 en general, y particularmente las primeras pelis de Bond, es infinitamente más disfrutable, especialmente con la escena final que resulta épica para los seguidores de la saga como su servidor.

1 comentario:

  1. En 'Skyfall' nos encontramos a un Bond crepuscular, después de 50 años, que regresa al origen mientras se enfrenta a un malo ceniciento, Bardem, que se abraza a la muerte. Casi es una de Bergman. Jajaja. Un saludo!!!

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